La empresa estatal petrolera declara 'fuerza mayor' en Sidra y Ras Lanuf
MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha apuntado a "progresos" en los contactos con las autoridades enfrentadas en Libia, si bien ha incidido en que siguen existiendo los "desacuerdos" que impiden avanzar de cara a la celebración de las elecciones presidenciales, aplazadas en diciembre de 2021.
La enviada especial de la ONU para Libia, Stephanie Williams, ha resaltado que los presidentes de la Cámara de Representantes y el Alto Consejo de Estado se reunieron en Ginebra el martes y el miércoles para abordar la situación al hilo del acuerdo alcanzado en junio en El Cairo.
"Las partes alcanzaron un consenso sin precedentes sobre una serie de asuntos pendientes", incluida la designación de la sede y la distribución de escaños para las dos cámaras del legislativo, así como la división de responsabilidades entre el presidente, el primer ministro, el Gobierno y las autoridades locales.
Asimismo, también hubo acuerdo sobre "la forma específica de descentralización, incluida la demarcación de las gobernaciones y sus competencias, un mecanismo de reparto de ingresos para los diferentes niveles de gobierno y un aumento de la representación para los componentes culturales".
"Si bien los progresos durante las tres rondas de conversaciones en El Cairo y esta ronda en Ginebra son significativos, siguen siendo insuficientes como base para avanzar hacia unas elecciones nacionales, que son el verdadero deseo del pueblo libio", ha lamentado Williams.
Por ello, ha pedido a las partes que "superen lo antes posible los desacuerdos pendientes" y ha abogado por "evitar acciones precipitadas". "La calma y la estabilidad deben mantenerse", ha argüido, al tiempo que ha reiterado su disposición a dar "todo el apoyo necesario" para lograr "un acuerdo sólido".
Por su parte, la Corporación Nacional del Petróleo (NOC) ha declarado el estado de "fuerza mayor" en los puertos de Sidra y Ras Lanuf, que se suman al campo de Al Fil y las terminales de Brega y Zuetina, según un comunicado publicado por el organismo en su página web.
"Nuestra paciencia se ha agotado tras intentar evitar en repetidas ocasiones la declaración de la 'fuerza mayor'", ha dicho el presidente de la NOC, Mustafá Sanalá, antes de agregar que "el cumplimiento de las obligaciones es imposible"
"Hoy, más que nunca, hacemos frente a desafíos incómodos representados en nuestra incapacidad para cubrir las necesidades en instalaciones vitales del país con combustible", ha lamentado, al tiempo que ha adelantado que "no es sorprendente que la crisis empeore durante la temporada de verano a menos que se retome la producción de petróleo".
En este sentido, ha lamentado que "los políticos tienen ideas falsas sobre el asunto del petróleo" y ha subrayado que "las diferencias políticas son un derecho, pero es un error usar el petróleo como moneda de cambio". "Es un pecado imperdonable", ha sostenido.
"Los pecados de los políticos son mortales y la situación es difícil dadas las graves consecuencias para la calidad de vida de los ciudadanos a menos que se retome la producción de petróleo y gas de forma inmediata", ha apuntado Sanalá.
El país se encuentra dividido nuevamente en dos administraciones después de que la Cámara de Representantes diera por finalizado el mandato del primer ministro de unidad, Abdul Hamid Dbeibé, por el aplazamiento de las presidenciales de diciembre y nombrara para el cargo a Fazi Bashaga.
El Gobierno de unidad ha rechazado la decisión de la Cámara de Representantes, que supone un varapalo para los esfuerzos para poner fin al conflicto, y ha mantenido que Dbeibé seguirá en el cargo, una postura apoyada por la comunidad internacional.
Dbeibé fue elegido como primer ministro por el Foro de Diálogo Político Libio (LPDF) en febrero de 2021, con lo que sustituyó al hasta entonces primer ministro de unidad, Fayez Serraj, quien aceptó ceder sus competencias tras el proceso de consultas, iniciado después de un acuerdo de alto el fuego después de que las autoridades de Trípoli rechazaran la ofensiva militar lanzada en abril de 2019 por el general Jalifa Haftar, alineado con las autoridades asentadas en el este.