Bomberos ucranianos extinguiendo un fuego provocado por un bombardeo ruso en la región de Járkov - Europa Press/Contacto/Vyacheslav Madiyevskyi
MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
La secretaria general adjunta de Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo, ha asegurado que la vida en Ucrania "sigue siendo un infierno" tras más de 500 días de guerra, en los que han muerto casi 10.000 civiles y otros 16.000 han resultado heridos.
DiCarlo ha asegurado ante el Consejo de Seguridad de la ONU que hay unos 6,3 millones de refugiados ucranianos cuyo retorno voluntario no es posible debido a que el país se ha convertido en uno de los más minados del mundo, razón por la que la ONU está ayudando a retirar más de medio millón de minas terrestres y piezas de artillería sin explotar
Además, ha denunciado las continuas detenciones arbitrarias a civiles y las violaciones de derechos como desapariciones forzadas, torturas, malos tratos y violencia sexual.
"Pedimos que se ponga fin a la detención arbitraria de civiles y que se libere de inmediato y en condiciones de seguridad a todas las personas detenidas arbitrariamente. Las víctimas deben disponer de recursos efectivos", ha pedido DiCarlo.
Según los informes de la ONU, Ucrania se convirtió en 2022 en el país con más niños muertos y mutilados, con 537 muertos y 1.117 heridos.
"Estas son sólo cifras confirmadas. Es probable que el número real de víctimas sea considerablemente mayor", ha señalado DiCarlo, quien afirma que "ningún lugar es seguro" en el país debido a los bombardeos sobre infraestructura civil, algo "indefendible" y "estrictamente prohibido" por el Derecho Internacional.
Respecto a la central nuclear de Zaporoyia, ha citado a expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica que escucharon explosiones a poca distancia de la central, y ha calificado de "inadmisible" cualquier amenaza tanto de uso de armas nucleares como de poner en peligro la seguridad de centrales nucleares.
A pesar de que la ONU ha prestado ayuda a más de cinco millones de personas este 2023, las zonas controladas por Rusia siguen teniendo falta de acceso humanitario, lo que priva de ella a unas 3,7 millones de personas.
Por otra parte, ha alertado sobre el deterioro de la seguridad alimentaria debido a la negativa de Rusia a continuar con el acuerdo del grano.
"La guerra amenaza con socavar las mismas estructuras que impidieron una tercera conflagración mundial y nos ayudaron a resolver múltiples conflictos en los últimos 80 años. Cuanto más dure esta guerra, más peligrosas serán sus consecuencias, incluida la posibilidad de un conflicto más amplio", ha finalizado la secretaria adjunta.