Actualizado: jueves, 11 mayo 2017 17:10


GINEBRA, 11 May. (Reuters/EP) -

La ONU ha reconocido que tiene "un millón de preguntas" sobre el acuerdo para Siria que cerraron la semana pasada Rusia, Turquía e Irán y ha advertido de que el envío de convoyes con ayuda sigue prácticamente paralizado a pesar de la teórica reducción en los combates.

"Rusia, Turquía e Irán nos explicaron hoy y ayer (...) que trabajarán de forma muy abierta y proactiva con Naciones Unidas y los socios humanitarios para aplicar el acuerdo", que contemplaba la creación de zonas seguras, ha explicado el responsable de ayuda humanitaria de la organización internacional, Jan Egeland, en declaraciones a los periodistas.

Egeland ha subrayado la importancia de que este tipo de acuerdos prosperen, pero se ha mostrado cauto. "Tenemos un millón de preguntas y dudas pero creo que no podemos permitirnos el lujo de algunos, de este distante cinismo, y decir que va a fracasar", ha añadido.

El acuerdo tripartito firmado en la capital kazaja, Astaná, está a expensas de la resolución de cuestiones logísticas, tales como la delimitación y vigilancia de las zonas seguras. El tema debería quedar resuelto en dos semanas, con el 4 de junio como fecha final.

El enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, ha confirmado la convocatoria de una nueva ronda de conversaciones de paz en Ginebra, "más corta y más formal", entre el 16 y el 19 de mayo. La alternativa, ha añadido, serían "otros diez Alepo", en alusión a la batalla librada en la segunda mayor ciudad de Siria.

De Mistura ha considerado "interino" el acuerdo de Astaná, encaminado a resolver las cuestiones más urgentes y facilitar a corto plazo tareas como la liberación de presos o el desminado.

Egeland, no obstante, ha recordado que la ayuda sigue sin fluir y 625.000 personas siguen viviendo en zonas asediadas, un 80 por ciento de ellas bloqueadas por el régimen de Bashar al Assad.

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