Imagen de archivo de la guerra de Gaza - Europa Press/Contacto/Hadi Daoud
Constata presuntas ejecuciones extrajudiciales, saqueos, extorsión y la destrucción generalizada del tejido social en el enclave
MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Oficina para los Derechos Humanos de Naciones Unidas ha advertido de que el estado de "anarquía" se está extendiendo por toda la Franja de Gaza tras documentar presuntos asesinatos ilegales de policías locales y trabajadores humanitarios, y el "estrangulamiento" del sistema de distribución de suministros indispensables para la supervivencia de la población civil en medio de una destrucción del tejido social del enclave por la guerra entre Israel y Hamás.
El jefe de la oficina de la ONU para los territorios ocupados, Ajith Sunghay, ha alertado tras su reciente visita al enclave que la situación allí ha empeorado desde su viaje previo el mes pasado. "La población está exhausta y traumatizada", explica Sunghay, "y la gente lucha por conseguir lo mínimo indispensable para la vida diaria".
"Los continuos ataques de Israel, las normas administrativas impuestas por Israel que impiden la entrada y la entrega de productos básicos de uso diario, los rechazos de permisos, el ambiente hostil debido a la guerra y el colapso del orden civil plantean enormes desafíos para cualquier respuesta humanitaria significativa", ha avisado.
El portavoz de la oficina de la ONU, Jeremy Laurence, recuerda que según el Ministerio de Salud de Gaza -- bajo control del movimiento islamista palestino Hamás -- un total aproximado de 503 palestinos han muerto en ataques israelíes en solo ocho días, desde el 12 de julio.
Entre ellos destacan tres "incidentes con víctimas mortales en masa" como fueron los ataques del 13 y el 14 de julio contra el campamento de desplazados de Al Mauasi, el campo de refugiados de Al Shati y el ataque a la escuela de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en Nuseirat, que dejaron en su conjunto 124 fallecidos.
Además, la nueva orden de evacuación forzada declarada el 9 de julio por Israel, una de las más amplias desde el ataque de las milicias palestinas contra territorio israelí del 7 de octubre, detonante del actual conflicto, ha vuelto a poner a los gazatíes frente a la "decisión imposible" de jugarse la vida de cualquier manera, o bien en medio de la refriega o bien intentando escapar.
Ello, añade Laurence, en un lugar donde "nada es seguro" porque, haciéndose eco de las palabras de su compañero, "ahora mismo se están observando las consecuencias del desmantelamiento, por parte de Israel, de la capacidad de las fuerzas locales para mantener el orden público".
"Nos encontramos con saqueos, justicia en manos de turbas populares, extorsiones, disputas familiares, tiroteos aleatorios, luchas por espacio y recursos, y jóvenes armados con palos, atrincherados en barricadas", lamenta Laurence.
El portavoz deplora por último que "estas condiciones hayan llevado al predecible y totalmente previsible desmoronamiento del tejido social de Gaza, enfrentando a personas entre sí en una lucha por la supervivencia".