Despliegue de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la frontera de la Franja de Gaza - Gil Cohen Magen / Xinhua News / Contactophoto
MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha expresado este jueves su preocupación por la aparente demolición de cualquier edificio que esté a menos de un kilómetro de la frontera entre la Franja de Gaza e Israel y ha advertido a las autoridades israelíes de que esta destrucción indiscriminada puede constituir un crimen de guerra.
Para Turk, las supuestas demoliciones llevadas a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) encajan con el objetivo de crear una zona de seguridad que amplíe la distancia 'de facto' entre el territorio palestino y el israelí. En este sentido, ha señalado que la Convención de Ginebra establece líneas rojas.
Así, conforme al Derecho Internacional, una potencia ocupante sólo puede llevar a cabo este tipo de "destrucción" cuando sea "absolutamente necesario" en términos militares. Turk considera sin embargo que las demoliciones sólo responden ahora a "propósitos generales de seguridad", por lo que no encajarían con la excepción.
El Alto Comisionado ha encajado además esta destrucción dentro de un patrón que comenzó en octubre y que implica que las FDI están actuando contra todo tipo de infraestructuras civiles, entre ellas viviendas y centros educativos, "en los que no está habiendo combates".
"Israel no ha facilitado razones convincentes para una destrucción tan extendida", ha subrayado Turk, que sitúa como principales víctimas de estas acciones a la población civil.
No en vano, ha advertido de que para parte de los desplazados volver a sus lugares de origen puede ser ahora "imposible", por lo que ha querido recordar a las autoridades israelíes que los traslados forzosos de población civil son también un crimen de guerra.