MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
La prolongada sequía que afecta a Madagascar ha empeorado la situación alimentaria de cientos de miles de personas, hasta el punto de que, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), es necesaria una intervención urgente si se quiere evitar la hambruna.
El Ministerio de Sanidad malgache estima en el 16,5 por ciento la proporción de niños menores de cinco años en situación de emergencia nutricional, un dato que casi duplica al de hace solo cuatro meses y que el PMA cataloga de "alarmante". En distritos como Ambovombe, el porcentaje se dispara hasta el 27 por ciento.
El director de operaciones de la agencia, Amer Daoudi, que ha visitado una de las áreas más golpeadas por la sequía, la alertado de que "la magnitud de la tragedia va más allá de lo que se pueda pensar". "Si no revertimos esta crisis, si no conseguimos comida para la gente del sur de Madagascar, las familias pasarán hambre y se perderán vidas", ha señalado en un comunicado.
La agencia de la ONU pide dinero y recursos, en concreto 74 millones de dólares para los próximos seis meses y así "evitar una catástrofe" en un país en el que ya hay 1,3 millones de personas necesitadas de asistencia alimentaria.
La situación ha empeorado desde septiembre de 2020 y hasta el 80 por ciento de los habitantes de ciertas zonas han adoptados "medidas de supervivencia desesperadas", tales como comer langostas, frutos de cactus u hojas.
El horizonte tampoco es especialmente halagüeño, ya que la falta de lluvias durante la temporada de siempre anticipa malas cosechas y, en última instancia, carencias aún mayores para la próxima época seca, que arrancará en octubre y durará hasta marzo de 2022. Los expertos anticipan que la producción alimentaria de este año será un 40 por ciento inferior que la media del último lustro.