Estima que 27.400 han sido detenidas desde entonces, de las cuales unas 1.800 han muerto bajo custodia
Pide llevar ante la Justicia a los responsables de violar los Derechos Humanos y socavar el Estado de Derecho
MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
Al menos 5.350 civiles han muerto a manos del Ejército birmano desde el golpe de Estado de febrero de 2021 en Birmania, un país que se encuentra gravemente sumido en una crisis política y humanitaria y que ha registrado durante los últimos años el desplazamiento de 3,3 millones de personas a causa de la violencia.
La portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Liz Throssell, ha constatado "violaciones graves" que siguen "exacerbando la crisis y la ausencia de Estado de derecho" en el país asiático, donde "más de la mitad de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, especialmente debido a la violencia ejercida por la junta".
Así, en un informe de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos la organización ha lamentado el "impacto devastador de la violencia, la destrucción y la privación de salud mental entre la población, así como del declive de los derechos sociales y económicos".
"Esto está propiciando un empeoramiento de la situación económica mientras la gente joven huye al extranjero en un intento de escapar de la junta, ya sea de ser reclutada o de luchar contra ella", ha explicado Throssell, que ha afirmado que 27.400 personas han sido detenidas desde la asonada militar, una tendencia que ha ido en aumento desde que la junta anunció su plan de reclutamiento obligatorio en febrero de este año.
TORTURA Y MALOS TRATOS
Al menos 1.853 personas han muerto bajo custodia, entre ellas 88 niños. Muchas de estas personas han sido sometidas a abusos y malos tratos durante sus arrestos. "La tortura a los detenidos es algo que todo lo impregna", ha alertado la ONU tras escuchar los testimonios de algunos detenidos, que denuncian métodos como arrodillarse sobre objetos punzantes, estar colgados del techo y suspendidos en el aire, ser privados de agua y alimentos y ser atacados por insectos, entre otras prácticas.
"Todos los responsables de estas terribles violaciones de los Derechos Humanos deben ser llevados ante la Justicia. La ausencia de cualquier forma de castigos contra los que perpetran estos actos solo facilitan la repetición de estas violaciones y abusos. Es esencial que se identifiquen estos comportamientos", ha aclarado.
No obstante, ha lamentado la "enormidad de los desafíos a los que se enfrenta Birmania de cara a los próximos años para poder garantizar el respeto al Estado de Derecho y las instituciones", actualmente en manos de la junta.
Es por ello que el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha recomendado nuevamente llevar esta situación ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) y poner fin a la violencia cuanto antes, además de proceder a la "liberación inmediata e incondicional de todos los que han sido detenidos de forma arbitraria".