MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha cifrado este miércoles en 5.700 el número de muertos en el marco del conflicto en Yemen, recalcando que entre las víctimas mortales figuran 830 mujeres y niños.
"El colapso de los servicios básicos en Yemen continúa acelerándose", ha alertado el coordinador Humanitario de la ONU en Yemen, Johannes Van der Klaauw, quien ha dicho que aproximadamente catorce millones de personas no cuentan con acceso suficiente a la sanidad.
Asimismo, ha apuntado que tres millones de niños y mujeres embarazadas o lactantes necesitan ser sometidos a tratamientos por malnutrición y que 1,8 millones de niños han quedado sin escolarizar desde mediados de marzo.
"En general, los servicios esenciales se están contrayendo rápidamente a causa del impacto directo del conflicto o la falta de recursos para pagar salarios y mantenimiento", ha explicado Van der Klaauw.
En este sentido, ha subrayado que la situación humanitaria del país "se ha deteriorado drásticamente" en los últimos siete meses, añadiendo que la población "hace frente al derrumbe de los servicios esenciales y al desplazamiento forzado".
Así, ha cifrado en 21,2 millones, el 82 por ciento de la población, el número de personas que necesitan algún tipo de ayuda humanitaria, con 19 millones sin acceso a agua potable y más de catorce millones en situación de inseguridad alimentaria.
Van der Klaauw ha recordado que Yemen ya hacía frente a una situación desastrosa desde el punto de vista humanitario antes del conflicto, resaltando que los combates han tenido un efecto negativo que ha deteriorado la situación.
Por último, ha recalcado que la crisis requiere una solución política que haga frente a las causas del conflicto y el sufrimiento de la población, reclamando a la comunidad internacional que se involucre en la búsqueda de esta solución, al tiempo que ha pedido a las partes que "respeten el Derecho Humanitario".
LA INTERVENCIÓN MILITAR
Arabia Saudí ha asumido el liderazgo de la ofensiva aérea con la que, junto a otros nueve países árabes de la región, tiene como intención declarada "repeler a las milicias huthis, Al Qaeda y el Estado Islámico" en Yemen.
Las monarquías del Golfo Pérsico temen que la influencia de Irán en la región se extienda con el ascenso de los huthis al poder, en medio de la inestabilidad generada por el conflicto iraquí y la guerra civil en Siria.
Hadi había apelado directamente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en una carta para que autorizara una intervención militar para frenar "la agresión de los huthis" contra su Gobierno.
La crisis política en Yemen, fruto de las disputas intestinas no resueltas con la caída del Gobierno de Alí Abdulá Salé, en 2011, se agravó el pasado mes de septiembre con la irrupción en Saná de los rebeldes chiíes.
Los huthis, que históricamente han reivindicado mayor autonomía para el norte de Yemen, llevaron a Hadi y su Gobierno a dimitir en bloque el pasado mes de enero, evidenciando así la pugna por el control de un país al borde de la guerra civil.