MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Irak (UNAMI) ha condenado este lunes el asesinato de un periodista en la provincia de Kirkuk, así como los ataques contra otros reporteros durante la jornada del domingo en la capital de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, que se saldaron con varios heridos.
La misión ha reclamado a las autoridades que investiguen la muerte del cámara de la cadena de televisión Kurdistan TV Ekrem Serif, quien fue degollado en su vivienda en Dakuk, y que lleven a los responsables ante la justicia. La cadena está vinculada con el Partido Democrático del Kurdistán (PDK).
Asimismo, ha criticado los ataques contra oficinas de partidos políticos en el marco de las protestas por la decisión del presidente de la región semiautónoma, Masud Barzani, de abandonar el cargo este miércoles 1 de noviembre.
Durante la noche del domingo fue la sede de la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK) en la localidad de Zajo, situada en la provincia de Duhok, al tiempo que fueron atacadas otras oficinas del partido Gorran en esta misma localidad.
"La UNAMI aplaude la postura del gobierno regional del Kurdistán y del Consejo de Seguridad de la Región del Kurdistán, que llamaron a la calma tras los acontecimientos políticos del 29 de octubre", ha indicado la UNAMI.
El gobierno de la región semiautónoma reclamó a las fuerzas de seguridad que intervengan para evitar la violencia tras los ataques contra sedes de partidos políticos, recalcando que "todos aquellos que usen la violencia serán castigados por la ley" y pidiendo a la población que "coopere con las fuerzas de seguridad".
La UNAMI ha subrayado además que "aplaude los llamamientos del Gobierno de Irak para rebajar las tensiones y cumplir con la ley y el orden en el Kurdistán, así como su disposición a la estabilidad en todas las provincias del país".
Por otra parte, ha dicho que "toma nota de la decisión de las autoridades federales de prohibir las emisiones de algunos medios en la región del Kurdistán", resaltando que "en momentos de crisis unos medios libres son aún más esenciales para proteger el interés público y proteger la democracia".
LOS ATAQUES
El asesinato de Serif y los ataques contra las sedes de los partidos tuvieron lugar horas después de que un grupo de manifestantes asaltara la sede del Parlamento del Kurdistán iraquí, en la ciudad de Erbil, tras formalizarse la dimisión de Barzani.
Algunos de los asaltantes, que se autoproclamaban peshmergas --combatientes kurdos--, estaban armados con palos, según informaron testigos que además indicaron que se habían podido escuchar disparos.
Mientras, desde fuera, manifestantes jalearon el asalto para "castigar" a los diputados que han "insultado" a Barzani por su negativa a prorrogar su mandato.
Barzani es presidente del Kurdistán desde 2005. Ganó las elecciones de 2009 y su mandato se prorrogó a partir de 2013 en hasta dos ocasiones. Con anterioridad, fue clave en la construcción de las instituciones autónomas kurdas en Irak.
La decisión de Barzani se enmarca en el contexto de la crisis entre Bagdad y Erbil que se agudizó tras el referéndum del 25 de septiembre, en el que un 93 por ciento de los electores, según datos oficiales kurdos, votó por separarse de Irak y proclamar la independencia.
La consulta popular, calificada de ilegal por Bagdad, también se llevó a cabo en áreas en disputa, entre ellas la provincia de Kirkuk, una zona que alberga grandes yacimientos de petróleo. El 16 de octubre, el primer ministro y comandante supremo de las Fuerzas Armadas de Irak, Haider al Abadi, lanzó una operación para recuperar la provincia controlada desde 2014 por los peshmerga.
Ese mismo día los militares iraquíes tomaron el control de Kirkuk y varias instalaciones estratégicas. El Gobierno del Kurdistán iraquí ofreció a Bagdad declarar un alto el fuego y empezar el diálogo y a cambio prometió congelar los resultados del referéndum de autodeterminación.