MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha condenado este lunes el atentado suicida perpetrado el domingo el campamento de desplazados Kilo 60, situado en la provincia iraquí de Anbar, que se saldó con al menos catorce muertos y trece heridos.
"Esto es terrible. La gente que fue atacada huyó a Kilo 60 por su seguridad. Muchos viajaron largas distancias buscando ayuda. Expresamos nuestras profundas condolencias a las familias de las víctimas", ha dicho la coordinadora humanitaria para Irak, Lise Grande.
El número de civiles que han huido de las zonas controladas por el grupo yihadista Estado Islámico en la zona occidental de la provincia de Anbar se ha incrementado en las últimas semanas. El campamento de Kilo 60 está cerca de su capacidad total.
"Sabemos que los combates probablemente se intensificarán en estas zonas en las próximas semanas, y nos preocupa profundamente que los civiles estén en riesgo extremo", ha manifestado Grande.
"La batalla por Mosul podría estar cerca de su final, pero la lucha en otros lugares continúa. Allí donde hay combates, hay civiles en peligro. Las partes en conflicto deben hacer todo lo posible para garantizar la seguridad de la población", ha remachado.
Un asesor de seguridad del gobierno provincial, Huseín Kasar, ha explicado este mismo lunes que entre los fallecidos en el atentado hay mujeres, niños y al menos un agente de la Policía, según recoge el portal de noticias iraquí Iraqi News.
Estado Islámico ha reivindicado ya el ataque, asegurando que su objetivo era el Ejército iraquí. El suicida, un hombre, se vistió de mujer para ocultar mejor los explosivos bajo los ropajes.
Según el recuento de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Irak (UNAMI), en junio murieron 411 civiles en incidentes violentos en Irak, a los que hay que sumar 294 heridos. En Irak hay más de cuatro millones de desplazados como consecuencia del conflicto con Estado Islámico, iniciado en 2014.