MADRID 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
La ONU ha condenado este miércoles la ejecución de Shafqat Hussain, un joven que --según denuncian sus abogados-- tenía 14 años cuando fue imputado de asesinato, a raíz de una confesión supuestamente obtenida por las autoridades mediante métodos de tortura.
Esta polémica ejecución se ha llevado finalmente a cabo a pesar de los llamamientos realizados por las organizaciones de Derechos Humanos para evitar que se aplicase la pena capital. Hussain ha sido ahorcado poco antes del amanecer en una cárcel de la ciudad de Karachi.
El Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas ha señalado a través de un comunicado que su ejecución es "lamentable" y supone una "flagrante violación de las obligaciones nacionales e internacionales de Pakistán".
Pakistán fue uno de los países que respaldó la Cumbre Mundial a favor de la Infancia en 1990 y fue de los primeros en ratificar la Convención sobre los Derechos del Niño.
La jurisprudencia del Comité de la ONU establece que, sin prueba de edad, un menor tiene derecho a una investigación médica y social para establecer su edad y en caso de conflicto, tiene derecho al beneficio de la duda. Por ello, el Comité urge a las autoridades de Pakistán a reinstaurar la moratoria sobre la pena de muerte y a abrir una rigurosa investigación en los presuntos casos de menores condenados a la pena de muerte.
UNA EJECUCIÓN POLÉMICA
La ejecución de Hussain había sido paralizada hasta en cuatro ocasiones por las dudas existentes en torno a la edad del acusado. El pasado mes de marzo llegó a vestirse con el uniforme blanco utilizado para la horca y escribió su últimas voluntades antes de que la Agencia Federal de Investigación (FIA) accediese a revisar qué edad tenía cuando cometió el crimen.
Según sus abogados, Hussain tenía 14 años cuando, en 2004, confesó haber matado a un niño de 7 años tras ser quemado con cigarrillos y sufrir la extracción de varias uñas. La FIA, sin embargo, concluyó que era mayor de edad.
El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, levantó la moratoria sobre la pena de muerte el pasado 17 de diciembre de 2014, un día después de que los talibán asaltasen una escuela y matasen a unas 150 personas. Desde entonces, las autoridades han colgado a, al menos, 193 presos en las cárceles de todo el país.