MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha condenado este jueves de manera "inequívoca" la escalada de violencia que ha tenido lugar en Papúa Nueva Guinea en un momento en el que el país se encuentra celebrando elecciones generales, y ha pedido su cese de manera inmediata.
El pasado martes, al menos 18 personas murieron en dos emboscadas realizadas por miembros de tribus en la localidad de Porgera, en la provincia de Enga, en el norte de Papúa Nueva Guinea. Ahora, la ONU
ha pedido que se investiguen rápidamente los presuntos delitos y que se procesen a los presuntos autores.
"Estoy profundamente preocupado por las denuncias del brutal asesinato de decenas de civiles, los informes de atroz violencia sexual contra las mujeres, incluidas al menos ocho niñas, y las estimaciones de varios miles de personas, en su mayoría mujeres y niños, desplazados", ha dicho el coordinador residente interino de la ONU en el país, Dirk Wagener.
"Esta violencia sin paliativos muestra un absoluto desprecio por los Derechos Humanos, el Estado de derecho", ha agregado, destacando que informes de Naciones Unidas destacan el deterioro de la situación de seguridad en las provincias de las Tierras Altas de Papúa Nueva Guinea.
Tal y como ha subrayado la ONU, las familias de muchos distritos "viven con miedo" debido al conflicto generalizado en sus comunidades. Esta violencia habría obligado a unas 3.000 personas --contando solo a partes de la localidad de Enga-- a huir de sus hogares. Además, habría causado daños a escuelas e instalaciones médicas, así como a carreteras y puentes, causando escasez de alimentos, combustibles, medicamentes y otros suministros esenciales.
Expresando consternación por la escalada de violencia y el desarrollo de la situación humanitaria, Wagener ha instado a todas las partes a "cesar de inmediato todos los combates", y ha pedido a las autoridades que investiguen a fondo todos los presuntos asesinatos, agresiones y violencia con miras a llevar a los perpetradores ante la Justicia.
"Deseo subrayar que el Estado de Papúa Nueva Guinea tiene la responsabilidad de defender el Estado de derecho y garantizar la seguridad de todas las personas y propiedades, en particular de los miembros más vulnerables de la sociedad. Esta responsabilidad se extiende a facilitar el acceso humanitario seguro, sin trabas y sostenido a las personas afectadas por esta violencia", ha agregado Wagener.
Asimismo, Naciones Unidas ha recordado que la organización, así como sus socios, "están listos para responder a cualquier posible llamada de asistencia solicitada por el Gobierno" de Papúa Nueva Guinea.