MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El coordinador especial de Naciones Unidas para el Proceso de Paz en Oriente Próximo, Nickolay Mladenov, ha condenado este martes la muerte de tres israelíes por disparos efectuados por un palestino cerca del asentamiento de Har Adar, ubicado en los alrededores de la localidad de Jerusalén.
En su comunicado, Mladenov ha criticado que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) haya aplaudido el ataque, recalcando que ello "mina la posibilidad de un futuro pacífico para los israelíes y palestinos".
"Pido a todo el mundo que condene la violencia y se posicione contra el terrorismo", ha manifestado, expresando sus condolencias a los familiares y amigos de las víctimas del ataque.
El atacante llegó al lugar haciéndose pasar por un trabajador y abrió fuego contra los presentes, antes de ser morir por los agentes presentes en el lugar.
El suceso ha tenido lugar cuando la Policía Fronteriza abría una carretera periférica en la zona. Por el momento se desconoce si el hombre ha actuado en solitario o si pertenece a algún grupo.
Sin embargo, Hamás ha aplaudido el ataque, afirmando que "se trata de un nuevo capítulo en la intifada de Jerusalén". "Resalta el hecho de que los intentos para judaizar (la ciudad de Jerusalén) han fracasado totalmente. Jerusalén es árabe y musulmana. Sus residentes no escatimarán esfuerzos para redimirla con su espíritu y sangre", remachó.
Las fuerzas de seguridad de Israel han cerrado todos los accesos a la localidad cisjordana de Beit Surik, donde residía el atacante, identificado como Nimr Mahmud Ahmed Jamal.
Las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos acusan a Israel de emprender castigos colectivos como éste en respuesta a los ataques y denuncian de forma recurrente no sólo los bloqueos de pueblos enteros, sino la demolición de las viviendas de los atacantes, la detención de familiares o la retención de los cuerpos.
El ministro de Vivienda, Yoav Galan, ha amenazado con deportar a toda la familia de Jamal a Siria. Una de sus hijas ha publicado una carta en la que acusa al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, de "obligar" a su padre a matar y morir por la causa palestina.
Tanto Netanyahu como su ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, han culpado del último incidente a la Autoridad Palestina, que según Lieberman sigue "incitando el asesinato de judías y glorificando a los asesinos".
Un miembro de la facción palestina Al Fatá, Munir al Jaghoub, ha devuelto las culpas asegurando que "Israel es el único responsable de las reacciones a los crímenes de la ocupación".
El ataque amenaza con enturbiar el proceso de reconciliación en ciernes entre Al Fatá, que controla Cisjordania, y Hamás, que desde hace una década ha gobernado la Franja de Gaza.