MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha condenado este miércoles la suspensión de diez organizaciones de la sociedad civil acusándolas de alimentar la violencia generalizada de los últimos meses.
"Esta suspensión parece ser un intento de las autoridades de Burundi de silenciar a las voces disidentes y de limitar el espacio democrático", ha dicho, resaltando que "reduce las posibilidades de éxito del diálogo interno propuesto".
Al Hussein ha subrayado que este diálogo "es un paso clave para alejar al país del camino crecientemente sangriento que ha seguido durante los últimos meses", recalcando que la suspensión de las organizaciones es "muy lamentable".
Así, ha advertido sobre el deterioro de la seguridad y los Derechos Humanos en el país, si bien ha valorado que "aún existe la posibilidad de que Burundi pueda evitar el estallido de una guerra civil".
"Por eso, pido a todos los actores involucrados en la crisis actual que eviten la violencia y que participen en un diálogo significativo y verdaderamente inclusivo", ha manifestado Al Hussein.
El alto comisionado de la ONU ha dicho que, además de los 277 muertos registrados desde abril --41 de ellos desde el 7 de noviembre--, más de 280.000 burundeses han huido a los países vecinos o se han visto desplazados en el interior del país.
Entre los grupos suspendidos está la Asociación para la Protección de los Derechos Humanos y las Personas Detenidas (APRODH), dirigida por Pierre Claver Mbonimpa, superviviente de un intento de asesinato en agosto.
Estas organizaciones han dirigido la protestas contra la propuesta del presidente, Pierre Nkurunziza, de continuar durante un tercer mandato y el fiscal general, Valentine Bagorikunda, ha congelado sus cuentas bancarias y las de sus líderes.