MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
El Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias ha sostenido este viernes que la condena a 50 semanas de cárcel que la Justicia británica ha dictado contra el fundador de Wikileaks, Julian Assange, por violar los términos de la libertad condicional es "desproporcionada".
"El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias está profundamente preocupado por el curso de la acción, incluida la desproporcionada sentencia impuesta al señor Assange", ha dicho este órgano del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en un comunicado.
Ha considerado que la violación de la libertad condicional es un delito "menor" y ha argumentado que en realidad Assange estuvo detenido ' de facto' tras incurrir en dicha violación porque estuvo casi siete años recluido en la Embajada de Ecuador en Londres.
Además, ha recordado que, conforme a la opinión que el Grupo de Trabajo emitió en 2015, Assange ha sufrido una detención arbitraria en la misión diplomática, por lo que ha acusado al Gobierno británico, no solo de no cumplir con la liberación exigida por la ONU en su momento, sino de "agravar" la detención arbitraria del periodista australiano.
"Merece la pena recordar que la detención y la posterior fianza sobre el señor Assange en Reino Unido estaban conectadas con las investigaciones preliminares realizadas por un fiscal en Suecia en 2010", que concluyeron sin que se presentaran cargos y que finalmente decayeron en 2017, ha apuntado.
El Grupo de Trabajo también ha expresado su preocupación por el hecho de que Assange esté recluido en la prisión de Belmarsh, "una cárcel de máxima seguridad, como si estuviera condenado por un crimen grave". "Este trato parece contravenir los principios de necesidad y proporcionalidad que exigen los estándares de Derechos Humanos", ha dicho.
Así las cosas, ha reiterado su recomendación al Gobierno de Reino Unido para que, tal y como expresó en su opinión de 2015, "el derecho a la libertad personal del señor Assange sea restaurado".
CASO ASSANGE
Assange se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres en junio de 2012 para evitar que Reino Unido le detuviera y extraditara a Suecia, por unas denuncias de abusos sexuales en su contra, desde donde temía ser enviado a Estados Unidos por filtrar miles de documentos clasificados sobre las guerras en Irak y Afganistán.
El entonces Gobierno de Rafael Correa le concedió el asilo diplomático permitiéndole permanecer en su Embajada de Londres, donde se encontraba en ese momento, hasta que Reino Unido accediera a darle el salvoconducto necesaria para viajar a Ecuador.
El pasado 11 de abril, el nuevo Gobierno de Lenín Moreno, que considera a Assange un problema heredado, le revocó el asilo diplomático argumentando que había tenido un comportamiento inadecuada, incluso "agresivo", en la Embajada, después de casi dos años de reproches mutuos.
Ese mismo día, el fundador de Wikileaks fue detenido y condenado en Reino Unido por violar los términos de la libertad condicional que le concedió en 2012. Entretanto, Estados Unidos espera la respuesta a su petición de extradición y la Fiscalía sueca sopesa reabrir el caso por violación.