MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
El representante especial del secretario general de la ONU para África Occidental y el Sahel, Leonardo Santos Simao, ha condenado el golpe de Estado perpetrado el pasado miércoles en Níger, cuando un grupo de militares destituyó al presidente del país, Mohamed Bazoum, que se encuentra retenido desde entonces.
"El cambio inconstitucional de Gobierno en Níger ha venido a complicar aún más un escenario de seguridad que se encuentra empeorando", ha declarado Simao, según recoge un comunicado.
Además, ha añadido que el equipo de Naciones Unidas en el país seguirá asistiendo a las personas más vulnerables, y ha reiterado el compromiso de su oficina con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) para apoyar a la población local.
Por su parte, el portavoz del secretario general de la ONU, Farhan Haq, ha asegurado que Simao continuará hablando con todas las partes para restaurar "el orden constitucional" y "consolidar las conquistas democráticas".
El representante especial se encontraba presente el pasado domingo en la reunión de la CEDEAO, en la que se acordó suspender las relaciones con Níger y avisaron a los golpistas de que les daban un plazo de siete días para restaurar al ahora derrocado Mohamed Bazoum como presidente del país o, de lo contrario, podrían tomar medidas adicionales entre las que no descartan el uso de la fuerza.
La CEDEAO ha impuesto sanciones, que incluyen el cierre de las fronteras aéreas y terrestres entre Níger y los países de la Unión Económica y Monetaria del África Occidental (UEMAO) y la prohibición de sobrevuelo del espacio aéreo para cualquier aeronave desde o hacia Níger.
También prevén la suspensión de todas las transacciones comerciales y financieras entre los países de la UEMAO y Níger, incluidas las relativas a productos petroleros, electricidad, bienes y servicios.
Como respuesta a estas decisiones, los gobiernos de Burkina Faso y de Malí han avisado este lunes a la CEDEAO de que una posible intervención contra Níger sería considerada como una declaración de guerra contra ellos.
La sublevación derivó en el establecimiento de la junta militar cuyo portavoz, Amadou Abdramane, anunció además la disolución de la Constitución, la instauración de un toque de queda y el cierre de las fronteras del país.
Esta acción ha venido motivada por el ahondamiento de la crisis económica y de seguridad en el país, que hace frente a un incremento de las operaciones de las ramas de los grupos terroristas Estado Islámico y Al Qaeda.
La asonada ha azuzado nuevamente las preocupaciones sobre la inestabilidad política en Níger, un país que se ha visto sacudido por otros cuatro --ahora cinco-- golpes de Estado desde que obtuviera en 1960 la independencia de Francia, así como varios intentos frustrados, el último de ellos en 2021, días antes de que Bazoum asumiera el cargo.