MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha advertido de que las últimas tragedias migratorias tanto en el norte de África como en el Mediterráneo son "inaceptables y evitables" y ha llamado a los distintos gobiernos a ofrecer vías seguras alternativas a largos periplos por el desierto y el mar.
La muerte esta semana de al menos 20 personas en el sur de Libia, cerca de la frontera con Chad, ha expuesto de nuevo los riesgos de una ruta cada vez más frecuentada. La OIM ha documentado desde 2013 más de 2.000 víctimas en el desierto del Sáhara, pero teme que la cifra real sea considerablemente mayor.
La intensificación de la minería de oro en el norte de Chad hace una década ha disparado también los incidentes en los que los traficantes abandonan a su suerte a los migrantes o se pierden en mitad del desierto. Las últimas 20 víctimas habrían fallecido deshidratadas.
El jefe de la misión de la OIM en Libia, Federico Soda, ha afirmado que este último caso "es otra llamada de atención para el conjunto de la comunidad internacional, un recordatorio de que estamos muy lejos de lograr el objetivo de 'no dejar a nadie atrás', el mantra de la Agenda 2030".
También la jefa de la OIM en Chad, Anne Kathrin Schaefer, espera que sirva como "llamamiento a actuar", de tal forma que haya "unos mínimos estándares de protección" para migrantes y refugiados y asistencia "urgente" en una zona desértica "extremadamente remota".
Entre enero y marzo de este año, más de 45.000 migrantes fueron registrados en varios puntos del norte de Chad y, según un sondeo de la OIM, el 32 por ciento se dirigía hacia Libia, a pesar de que este último país sigue sumido en el caos político y social y no existen unas mínimas garantías en materia de Derechos Humanos.