GINEBRA, 11 Sep. (Reuters/EP) -
Naciones Unidas ha reiterado este martes su "preocupación" por la decisión de Burundi de expulsar del país a un equipo de investigación del organismo internacional y ha criticado la falta de cooperación de Buyumbura en el caso.
La vicecomisaria de Derechos Humanos de la ONU Kate Gilmore ha señalado ante el Consejo de Derechos Humanos que su oficina no ha podido presentar el informe debido a la postura de las autoridades burundesas, que cancelaron en abril los visados a los integrantes del equipo, que llegó al país apenas un mes antes.
"Es motivo de preocupación que, a través de su falta de cooperación, Burundi ha evitado la aplicación de la resolución de este Consejo y del trabajo del grupo de expertos", ha sostenido.
Burundi se ha visto sacudido por la violencia desde 2015, cuando el mandatario, Pierre Nkurunziza, anunció que buscaría un tercer mandato, lo que fue denunciado como una violación de la Constitución por parte de la oposición.
Los enfrentamientos subsiguientes y la violencia que se desató en el país dejaron cientos de muertos y forzaron a huir del país a cerca de medio millón de personas, en medio de denuncias sobre violaciones de los Derechos Humanos por parte de las fuerzas de seguridad.
Gilmore ha aplaudido las críticas a Burundi por parte de diplomáticos europeos y ha resaltado que las mismas muestran "lo inapropiado e inaceptable de esta parálisis".
En respuesta, el embajador burundés ante el organismo, Renovat Tabu, ha criticado que la expulsión del equipo de la ONU haya sido utilizada para presentar una imagen negativa del Gobierno.
"Burundi lamenta la forma en la que los acontecimientos han sido retorcidos para implicar que no ha habido cooperación total", ha dicho, antes de resaltar que las autoridades "están preocupadas por una acusación injusta que afianza la hostilidad existente de forma regular contra Burundi desde hace un tiempo".
En este sentido, ha argumentado que el antiguo Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos Zeid Raad Hussein cambió la misión del equipo, lo que ha descrito como una "irregularidad".
DENUNCIAS POR CRÍMENES DE GUERRA
La comparecencia de Gilmore ha llegado menos de una semana después de que una comisión de investigación de Naciones Unidas denunciara que las autoridades de Burundi han cometido graves violaciones de los Derechos Humanos, algunas de las cuales constituyen crímenes de guerra, en 2017 y 2018.
En el informe describió ejecuciones sumarias, arrestos arbitrarios, torturas y otros tratos inhumanos y degradantes, violencia sexual y desapariciones forzosas por parte de las autoridades.
"Las violaciones documentadas por la comisión en su primer informe han persistido durante el año pasado. Algunas prácticas, como la eliminación de cadáveres y las operaciones nocturnas, tienden a hacer estas violaciones menos visibles. Pese a ello, siguen siendo reales", dijo Doudou Diène, presidente de la comisión.
Asimismo, valoró que el referéndum constitucional celebrado en 2018 y la campaña de cara a los comicios de 2020 "han derivado en persecuciones, amenazas e intimidación contra personas sospechosas de oponerse al Gobierno o de no compartir la línea del partido gubernamental, ya esté esto demostrado o no".
Las conclusiones de la comisión se fundamentan en las declaraciones de 900 víctimas, testigos y supuestos responsables, incluidas 400 recopiladas durante el año pasado. El Gobierno se niega a cooperar con el organismo.
La comisión hizo hincapié en la responsabilidad en estos crímenes del ala juvenil del partido gubernamental, conocida como Imbonerakure, a la que acusó de tener un papel cada vez más relevante en la represión.