MADRID 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha mostrado su preocupación al tiempo que ha condenado la violencia en la represión de las manifestaciones de la localidad de Siliana, en el interior del país norteafricano, donde se han producido violentos enfrentamientos en los últimos días.
Según medios oficiales, más de 220 personas han resultado heridas en enfrentamientos registrados desde el martes entre la Policía y la población local en una serie de protestas para exigir la dimisión de las autoridades locales por la difícil situación económica que vive la región.
Pillay ha pedido al Gobierno de Túnez que no utilice "excesiva fuerza" contra los manifestantes, a los que ha pedido que no recurran a la violencia. Este viernes, han continuado las protestas, con la celebración de una manifestación a la que han acudido unas 10.000 personas para pedir la renuncia de las autoridades locales.
En un comunicado, el Alto Comisionado ha criticado el uso de perdigones para disipar esta protesta. Un funcionario del organismo ha visitado a varios heridos, que muestran golpes en cara, cabeza y espalda.
"La libertad de expresión y de reunión son Derechos Humanos fundamentales que deben protegerse y respetarse", ha indicado Pillay, que ha felicitado al Gobierno tunecino por anunciar la apertura de una comisión de investigación sobre estos episodios.
Pillay ha pedido que ambas partes implicadas dialoguen y que las autoridades tunecinas se aseguren de un desarrollo equitativo en todo el país para que los "tunecinos disfruten de sus derechos sociales".
Casi dos años después de la caída del expresidente tunecino Zine el Abidine Ben Alí, Túnez intenta recomponer la maltrecha economía atrayendo inversiones. Sin embargo, apenas hay crecimiento y algunas zonas del país, las más cercanas al desierto, no disfrutan de los ingresos del turismo, que no se ha recuperado desde las protestas.