Aung San Suu Kyi
SOE ZEYA TUN / REUTERS
Actualizado: martes, 29 agosto 2017 15:50


MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Husein, ha criticado la actuación del Gobierno de Birmania ante la ola de violencia que se ha desatado en el estado de Rajine y, en concreto, ha cargado contra la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi por sus "irresponsables" acusaciones contra los trabajadores humanitarios desplegados en la zona.

Al Husein ha emitido un comunicado para "condenar enérgicamente" la serie de ataques lanzados el pasado viernes contra puestos policiales y una base militar por insurgentes rohingya en Rajine, que han dejado al menos 109 muertos, de acuerdo con el último balance.

En respuesta, las fuerzas de seguridad birmanas pusieron en marcha "operaciones de limpieza" para dar caza a los responsables de estos ataques, lo que ha provocado movimientos masivos de población, sobre todo de rohingya que huyen por temor a posibles represalias.

Suu Kyi, que aunque oficialmente no tiene ningún cargo lleva las riendas del Gobierno, ha acusado a las ONG internacionales que trabajan en Rajine de ayudar a los terroristas y ha sugerido que el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas les habría proporcionado comida.

"Estas declaraciones son irresponsables", ha dicho Al Hussein. "Estoy extremadamente preocupado por estas acusaciones infundadas contra las organizaciones de ayuda humanitaria, que han puesto a su personal en peligro y han hecho imposible que sigan llevando la ayuda necesaria", ha reprochado.

Al Hussein ha pedido a las autoridades birmanas que eviten "la retórica inflamatoria" y los discursos de odio "que están proliferando" y gestionen la situación conforme al Derecho Humanitario. En este sentido, ha recomendado seguir la línea trazada por el emisario de la ONU, Kofi Annan, para dar "una respuesta calibrada" a los ataques rohingya.

El diplomático jordano ha subrayado que, si se hubieran atendido recomendaciones anteriores, esta situación "se podría haber evitado". "Desafortunadamente, lo que tanto temíamos ha terminado ocurriendo. Décadas de persistentes y sistemáticas violaciones de los Derechos Humanos, incluida una respuesta muy violenta de las fuerzas de seguridad desde octubre de 2016, han contribuido casi con seguridad a alimentar la violencia extremista", ha sostenido.

AYUDA A BANGLADESH

Por su parte, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se ha puesto en contacto con el Gobierno de Bangladesh para ayudarle a gestionar la masiva afluencia de rohingya. Desde el pasado viernes, se calcula que más de 5.000 han cruzado la frontera hacia el país vecino.

ACNUR ha indicado que, de acuerdo con las primeras informaciones, muchos están en zonas acordonadas de la frontera, entre ellos mujeres, ancianos y niños y personas heridas. La ONU, las ONG y las autoridades bangladeshíes ya han iniciado las gestiones para llevarles agua, comida y asistencia sanitaria, ha indicado.

También ha denunciado que, según otras informaciones, a muchos refugiados rohingya se les habría impedido entrar en Bangladesh. "Esto supone un grave riesgo para las personas afectadas", ha dicho y ha pedido a Dacca que siga acogiendo a los recién llegados, como ha hecho durante "décadas".

La agencia de la ONU ha pedido igualmente el apoyo de la comunidad internacional a Bangladesh, advirtiendo de que, si la violencia continúa en Rajine, el número de rohingya que trata de huir de Birmania a través de la frontera común podría multiplicarse.

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