BRUSELAS, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
El enviado especial de la ONU en Libia, Martin Kobler, ha prevenido contra una intervención militar internacional en Libia tras recordar que las fuerzas políticas libias no quieren fuerzas extranjeras en su país y ha admitido que todavía no está claro si los bombardeos estadounidenses contra milicianos del Estado Islámico en Libia la semana pasada están justificados.
"No sé si el gobierno (libio) ha dado este permiso de intervenir. Esto todavía se tiene que discutir. Por eso no sé dar una evaluación clara de si está justificado de acuerdo con el Derecho Internacional", ha dicho el diplomático alemán durante una comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores de la Eurocámara, preguntado por los ataques aéreos de Estados Unidos.
"Cualquier intervención, en cualquier parte, también en Libia, debe estar justificada de acuerdo con el Derecho Internacional. Cualquier intervención debe respetar el Derecho Humanitario Internacional en términos del daño colateral. Simplemente no debe ocurrir", ha explicado.
También ha pedido "precaución" sobre una posible intervención militar internacional en Libia al descartar que "el primer paso de un Gobierno (de unidad nacional libio) será pedir ahora una intervención militar a nadie".
"'No botas sobre el terreno' se escucha en todos los lados, quizá no a la población, pero se escucha en aquellos que están en posiciones de responsabilidad política", ha explicado.
Aunque no ha descartado que "nunca" se lance "porque la población libia quiere tener seguridad", ha avisado de que "las milicias que ven a las fuerzas militares extranjeras como competición combatirán seriamente". "Esto se debe tener en consideración", ha dicho, insistiendo en que un eventual Gobierno de unidad nacional debe fortalecerse primero y no se le debe "debilitar, sobrecargándolo al principio" con peticiones para ataques aéreos o que la misión de la UE contra las mafias pueda entrar en aguas libias.
Kobler ha recalcado la necesidad de entrenar a un Ejército nacional libio, pero antes hará falta crearlo -se habla de una fuerza de 2.000 unidades al principio-- e integrar a las milicias en el mismo y ha dejado claro que la ONU puede hacer el control previo de los reclutas para descartar que haya cometido violaciones de derechos humanos.
Y ha insistido en que aunque los ataques aéreos contra el Estado Islámico "puedan ayudar un poco" se necesitan "fuerzas terrestres, que deben aportar los libios mismos", al tiempo que ha admitido preocupación por la expansión del Estado Islámico al sur del país, que alberga importantes pozos petroleros. Eso sí, ha dejado claro que el 80% de los 2.000 o 3.000 milicianos del Estado Islámico en Libia que la ONU estima que hay en Libia -aunque otras fuentes hablan de 6.500-- no son libios. Muchos son tunecinos y marroquíes.
Kobler ha reconocido que "un grupo de duros está bloqueando el proceso político en Tobruk" para allanar la formación a un Gobierno de unidad nacional.
El diplomático alemán y la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, han coincidido en la importancia de que la Cámara de Representantes de Tobruk "sea capaz de votar rápido la propuesta para establecer un Gobierno de unidad nacional", al que la UE está comprometida en apoyar, en un encuentro, ha informado el Servicio Europeo de Acción Exterior en un comunicado.