Foto: STRINGER . / REUTERS
av2" class="NormalTextoNoticia" itemprop="articleBody">
Naciones Unidas denuncia que cerca de 27 niñas son casadas sin su consentimiento cada minuto y obligadas a dejar sus estudios
MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) ha defendido este martes que con una inversión adecuada de los países emergentes en la educación y en la salud sexual de los jóvenes se pondría poner fin a la pobreza mundial.
Esta es una de las conclusiones principales del Informe de Población para 2014 elaborado por esta agencia de Naciones Unidas. Con los jóvenes y adolescentes de entre diez y 24 años como tema central, el informe, que se publica anualmente desde 1978 a nivel mundial, muestra con datos la dinámica de la población en los países emergentes y su relación con la salud sexual y reproductiva.
Según ha explicado la responsable de Salud Sexual y Reproductiva de la organización, Laura Laski, nunca antes se había vivido una situación poblacional como la actual en los países en desarrollo. A día de hoy, hay 1.800 millones de jóvenes y adolescentes que pueden dar un gran impulso a sus economías si los países "invierten significativamente en la educación y la salud de los jóvenes y protegen sus derechos", asegura el informe.
"Tenemos que hablar del potencial que representan los jóvenes para el avance de la economía de los países en los que viven, de su futuro, y tenemos que hablar del fin de la pobreza en el mundo, una oportunidad", ha afirmado. "Nunca hubo tantos países en desarrollo donde la población de jóvenes fuera tan alta. Nueve de cada diez personas entre 10 y 24 años viven en economías en desarrollo", sobre todo en el continente africano, ha subrayado Laski.
Por ello, UNFPA ha pedido a estos países que aprovechen el momento demográfico actual en el que la población joven en edad de trabajar es superior a la población de mediana y tercera edad. "Pero los jóvenes son solo una oportunidad si se invierte en ellos, en su educación, en su salud, incluyendo la educación sexual y reproductiva y en su capacidad para entrar en el mercado de trabajo", ha recordado Laski.
Los países deben procurar que la población joven en edad de trabajar esté preparada para aprovechar las oportunidades de empleo y otras posibilidades de obtener ingresos.
En esta línea, el director ejecutivo de UNFPA, Babatunde Osotimehim, ha asegurado que "la cifra actual, sin precedentes, de 1.800 millones de personas jóvenes, constituye una oportunidad enorme para transformar el futuro". "Las y los jóvenes son los innovadores, creadores, constructores y líderes del futuro. Pero sólo pueden transformar el futuro si cuentan con las aptitudes, la salud, la capacidad para tomar decisiones y verdaderas opciones en la vida", ha añadido.
Por eso, Laski ha remarcado que "con inversiones oportunas, especialmente entre los más excluidos, estos podrían quedarse en la escuela en vez de casarse, podrían evitar un embarazo no deseado, el contagio del sida, estar sanos y poder trabajar antes de formar sus familias". "Con inversiones oportunas, los jóvenes tendrán capacidades adquiridas en la escuela y la universidad y se convertirán en innovadores y pensadores", ha añadido.
En definitiva: "los jóvenes podrían participar en la solución de sus problemas y los de sus países y vencer la transición intergeneracional de la pobreza en la que están atrapados sus padres", ha sentenciado Laski.
ACIERTOS Y ERRORES
En las décadas de 1950 y 1960, varias economías de Asia oriental hicieron grandes inversiones para los jóvenes facilitando su acceso a la planificación familiar, educándolas y permitiendo que formaran sus familias a una edad adecuada.
Uno de los mejores ejemplos, según Laski, se encuentra en Corea del Sur, que invirtiendo en sus jóvenes logró un crecimiento de su producto interno bruto del 2.200 por ciento entre 1950 y 2008.
Si los países de África repitieran la experiencia, los jóvenes preparados podrían poner fin a la pobreza y impulsar las economías. "La inversión en los 1.800 millones de jóvenes no es solo lo correcto, sino también la oportunidad de llevar a la sociedad hacia un futuro mejor", ha defendido.
EDUCACIÓN Y MUJERES
El informe subraya especialmente la situación de las adolescentes. En los países emergentes, 142 millones de niñas se verán obligadas a casarse antes de 2020. Niñas que no podrán terminar los estudios y que tendrán hijos antes de la edad sanitaria apropiada.
Ante esta situación, UNFPA ha denunciado la existencia de leyes que prohibente el acceso a los anticonceptivos o que lo restringen a los menores de 18 años. Pero también dos consecuencias directas de los matrimonios forzosos.
Por una lado los problemas en la salud derivados de un embarazo temprano, teniendo en cuenta que el 24 por ciento de las mujeres que dan a luz antes de los 15 años mueren en el parto, según datos de la ONU. Por otra parte, las niñas que abandonan la escuela suponen una pérdida del potencial de cada país para impulsar la economía. Porque "cerca de 27 niñas son casadas sin su consentimiento cada minuto", ha lamentado Laski.