Actualizado: martes, 5 julio 2016 18:09


GINEBRA, 5 Jul. (Reuters/EP) -

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha pedido este martes a los grupos armados que están ayudando al Gobierno a combatir contra el Estado Islámico que cesen las represalias contra los civiles y que esclarezcan el paradero de cientos de personas que han desaparecido.

La violencia entre diferentes creencias religiosas, a pesar de que estén combatiendo en el mismo bando, es un problema al que se han tenido que enfrentar las autoridades iraquíes debido a que los grupos armados que apoyan al Ejército cometen actos violentos contra los civiles de las ciudades que liberan.

Varios testigos han asegurado que las milicias chiíes que apoyaron al Gobierno en la recuperación de Faluya a principios de junio secuestraron a más de 600 musulmanes suníes que acababan de abandonar la ciudad.

El Alto Comisionado ha asegurado que existe una lista de 643 hombres y niños desaparecidos, así como otra con 49 que se piensa que han sido directamente ejecutados o torturados hasta la muerte mientras estaban en custodia de Kataib Hezbolá, una milicia chií proveniente de Irán, tras la captura de Faluya. Por otro lado, varios líderes tribales han denunciado la desaparición de otras 200 personas.

Algunos testigos han contado que "cuando pedían agua o comida, eran agredidos y les decían que se trataba de una venganza por Camp Speicher", ha asegurado Al Hussein haciendo referencia a la masacre en la que murieron 1.700 personas a manos del Estado Islámico, suní, en la antigua base militar estadounidense.

Otros testigos han apuntado que al menos cuatro personas fueron decapitadas y otras tantas fueron esposadas y golpeadas hasta morir, y que se prendió fuego a los cuerpos de dos hombres. El responsable de Derechos Humanos de la ONU ha urgido a que se trate con respeto a aquellos que logran huir del Estado Islámico.

"Hay que entender que la mayoría de los habitantes masculinos de estas ciudades no pertenece al Estado Islámico y no tienen nada que ver con las actividades del grupo terrorista más allá de intentar seguir vivos", ha añadido.

Las desapariciones, así como el ataque terrorista perpetrado el pasado sábado por la noche en Bagdad, "incrementan la disposición a que reaparezca la violencia sectaria en el país", ha declarado Al Hussein.

Aun así, ha reconocido que el Gobierno iraquí está haciendo lo posible por investigar las desapariciones pero ha urgido a las autoridades a que actúen para prevenir futuros incidentes similares y para llevar a los culpables ante la justicia.

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