GINEBRA 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
El nuevo Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha instado a los países de las dos riveras del Mediterráneo a perseguir a los traficantes de seres humanos responsables del hundimiento de una barcaza cuando se dirigía de Egipto a Malta y que causaron cientos de muertos en un "asesinato en masa".
"Los Estados tienen el deber de investigar estos crímenes atroces y llevar a los responsables ante la justicia y, más importante aún, hacer más para evitar que ocurran", ha afirmado Al Hussein, según un comunicado oficial difundido en Ginebra.
"Todos los países del Mediterráneo deben hacer un esfuerzo coordinado para tomar medidas drásticas contra los traficantes que explotan a los grupos más vulnerables del planeta y ponen en peligro sus vidas casi a diario con fines meramente económicos", ha añadido.
Al Hussein ha denunciado la impunidad con la que se cometen este tipo de crímenes y ha pedido a los Estados que actúen para evitar que la gente tenga que afrontar estos viajes tan peligrosos. "Este acto cruel de embestir deliberadamente contra una embarcación llena con cientos de personas indefensas es un delito que no puede quedar impune", ha afirmado. "Si el relato de los supervivientes es cierto, y parece verosímil, estamos ante un asesinato masivo en el Mediterráneo", ha destacado.
Al Hussein ha señalado que tales casos se dan en otros puntos del mundo, como el golfo de Adén, en el océano Índico, en el Caribe y en rutas terrestres. "Todos los países deberían volcar todo el peso de sus fuerzas policiales y sistemas judiciales para investigar si las víctimas eran ciudadanos de sus países y fueron asesinados por bandas criminales en su propio suelo", ha añadido.
"La respuesta no debe ser menos riguroso sólo porque las víctimas sean extranjeras o el delito haya sido perpetrado en alta mar. Hay muy pocas personas que maten, violen o roben a los inmigrantes durante sus viajes y terminen en un tribunal", ha argumentado.
Los inmigrantes --palestinos, egipcios, sirios, sudaneses, entre otros-- embarcaron en Damietta, Egipto, y navegaron hasta las inmediaciones de Malta y Grecia, donde los traficantes de seres humanos --egipcios o palestinos-- embistieron contra la embarcación, según los supervivientes.
Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) hasta 1.500 personas murieron en 2011 intentando cruzar el Mediterráneo; unos 500 en 2012 y más de 600 en 2013. En 2014 ya son más de 1.880 los muertos.