MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
El último informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) recoge la muerte de diez palestinos en una incursión israelí en Nablús el pasado 22 de febrero y destacado que se trata de la operación israelí más mortífera en Cisjordania desde 2005.
El Informe sobre la Protección de Civiles recoge incidentes ocurridos entre el 14 y el 27 de febrero, incluida la muerte de otro palestino por la exposición a gas lacrimógeno tóxico, según recoge la agencia de noticias palestina WAFA.
En total en estas dos semanas se contabilizaron 16 muertes de palestinos a manos de militares o colonos israelíes, con lo que ya suman 63 los palestinos fallecidos en lo que va de año, incluidos tres menores. Otros 1.089 civiles han resultado heridos.
Tras este periodo habría que sumar a un palestino que falleció el 1 de marzo por las heridas sufridas un día antes por disparos de fuerzas israelíes en una incursión en el campamento de refugiados de Aqbat Yaber, en Jericó, y la muerte de un adolescente de 15 años muerto por las acciones de fuerzas israelíes en Azún, cerca de Qalqilia.
Otros ocho palestinos resultaron heridos en ataques de colonos israelíes, que han causado importantes daños materiales como el desarraigo de 300 árboles.
Mientras, las autoridades israelíes han demolido, confiscado u obligado a demoler 66 edificaciones en Jerusalén Este y la Zona C de Cisjordania, incluidas 18 viviendas, según el informe de la OCHA. Hasta 22 de estas edificaciones se financiaron con fondos de donaciones humanitarias. El resultado son 60 palestinos desplazados, 29 de ellos menores de edad. Otros 200 palestinos se han visto afectados.
Febrero de 2023 ha sido el mes con más demoliciones en Jerusalén Este desde abril de 2019: se han destruido 36 estructuras, muy por encima de las 11 contabilizadas al mes de media en los últimos años, según la OCHA.
En estas las demoliciones de 2023 se incluye la destrucción de seis viviendas como medida punitiva contra las familias de los supuestos responsables de atentados. En 2022 hubo once demoliciones punitivas y tres en 2021. "Las demoliciones punitivas son un castigo colectivo y como tal son ilegales según el Derecho Internacional porque atacan a las familias de un responsable o supuesto responsable" de atentados, ha resaltado la OCHA.
El organismo internacional denuncia además las restricciones impuestas al movimiento de palestinos en toda Cisjordania y pone como ejemplo el cierre total de la localidad de Huwara, cerca de Nablús, el 26 de febrero en respuesta a un atentado en el que murieron dos colonos israelíes. Más de 19.000 palestinos quedaron encerrados. Al día siguiente fueron 50.000 los palestinos afectados en la ciudad cisjordana de Jericó.