La ONU denuncia un clima de "terror" en Burundi a menos de un año de las elecciones

Pierre Nkurunziza vota en el referéndum constitucional
Pierre Nkurunziza vota en el referéndum constitucional - REUTERS / EVRARD NGENDAKUMANA - Archivo
Publicado: miércoles, 4 septiembre 2019 17:47


MADRID, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -

Burundi vive hoy en día bajo un clima de aparente "calma" que esconde, según la ONU, un régimen de "terror" en el que se seguirían cometiendo graves violaciones de los Derechos Humanos, principalmente contra cualquier persona u organización que pueda desmarcarse de la línea fijada por el presidente, Pierre Nkurunziza, y el partido oficialista, CNDD-FDD.

A menos de un año de que se celebren las elecciones presidenciales, parlamentarias y locales, la Comisión de Investigación de la ONU ha concluido que es "extremadamente peligroso emitir una crítica hoy en Burundi", en palabras del responsable de este grupo de expertos, Doudou Dine.

La rama juvenil del partido gubernamental, conocida como Imbonerakure, los servicios de Inteligencia, la Policía y las autoridades locales han sido señalados como artífices de una represión arrastrada de la crisis de 2015, cuando miles de personas salieron a las calles para protestar contra la decisión de Nkurunziza de presentarse a un nuevo mandato.

A los Imbonerakure, los investigadores de la ONU le atribuyen asesinatos, desapariciones, detenciones arbitrarias, torturas y violaciones de opositores políticos --o de personas percibidas como tal--. La Comisión ha advertido en un comunicado de que todos estos abusos se estarían cometiendo en un clima de total impunidad, sin un mínimo atisbo de rendición de cuentas.

"La supresión de las voces (disidentes) es lo que hace que el país presente una ilusión de calma", ha advertido la investigadora Lucy Asuagbor. Su compañera Franoise Hampson ha asegurado que se trata de "una calma basada en el terror", ya que se siguen cometiendo "crímenes contra la Humanidad".

Las restricciones a la prensa independiente y a las organizaciones de la sociedad civil, el mal funcionamiento del sistema judicial y el reciente cierre de la oficina que tenía en Burundi el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos han prácticamente eliminado los testigos de los abusos.

La Comisión de Investigación ha subrayado que, en Burundi, coinciden los ocho factores de riesgo que se suelen dar en casos de potenciales atrocidades, por lo que su responsable ha llamado a tener en cuenta los reiterados avisos para evitar que la situación política y social se deteriore aún más en un proceso electoral que se avecina sensible.

Nkurunziza llegó al poder en 2005 tras la firma de un acuerdo de paz y en 2018 logró la aprobación de un referéndum que le habilitaría para seguir en el poder hasta el año 2034, por lo que tendría potestad para presentarse a las elecciones del próximo año en el país africano.

El Gobierno de Burundi se ha negado a cooperar con los trabajos de la Comisión, que ha entrevistado a más de 1.200 víctimas, testigos y supuestos responsables de violaciones de Derechos Humanos a lo largo de los tres años que han durado sus pesquisas. El informe será entregado el 17 de septiembre al Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

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