MADRID 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
Más de 1,3 millones de personas han tenido que huir de sus hogares en la provincia de Kasai desde el comienzo del conflicto en 2016 en República Democrática del Congo (RDC), según ha denunciado este viernes el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Naciones Unidas ha alertado de que la violencia continúa y sigue forzando el desplazamiento de miles de personas en Kasai, el estado central que tiene el tamaño equivalente a Alemania, a provincias fronterizas como Kwilu y Lualaba.
"Muchos recién llegados cuentan que han pasado semanas huyendo a través del bosque sin comida, agua potable, medicinas o ropa y que han visto a personas morir en el camino, incluyendo mujeres y niños", recoge el informe de la agencia, que ha advertido de que muchos muestran graves traumas psicológicos pero no hay atención de este tipo en el terreno.
Los casos de civiles heridos o mutilados por heridas de machete o disparos son los más vulnerables, junto al alto número de mujeres y niños que viajan solos y corren un alto riesgo de caer en redes de explotación y sufrir abusos sexuales.
Al llegar a una zona segura, muchos encuentran refugio en las comunidades de acogida, que también cuentan con recursos muy limitados, en edificios abandonados, clínicas, colegios o mezquitas.
La entrada de ayuda humanitaria en Kasai presenta dificultades por la falta de carreteras y falta de seguridad. Naciones Unidas ha desplegado misiones en varias provincias receptoras de desplazados, Kasai, Kasai Central, Kwango, Kwilu y Lualaba y proporciona alimento diario a más de 267.000 personas.
El conflicto en la región de Kasai comenzó a finales de 2016 entre el líder local Kamuina Nsapu y el Gobierno, y continúa expandiéndose con la aparición de nuevos grupos armados.