MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA) ha denunciado la demolición a manos de Israel de dos viviendas en el campo de refugiados palestinos de Kalandia, Cisjordania, como parte de un castigo contra los familiares de los autores de un ataque con arma blanca que se saldó con varios muertos.
El ataque tuvo lugar el pasado diciembre cerca de la Puerta de Jaffa, una de las principales entradas a la Ciudad Vieja de Jerusalén, y costó la vida a dos israelíes y los dos atacantes palestinos. Una de las víctimas israelíes murió por las heridas provocadas con un cuchillo mientras que la segunda víctima falleció a causa de un disparo accidental realizado por las fuerzas de seguridad israelíes. Los dos atacantes palestinos fueron abatidos.
La UNRWA ha denunciado a través de un comunicado que en la madrugada del 5 de julio las autoridades israelíes han demolido la casa de Yassin Yusuf Assaf, trabajador de saneamiento de la UNRWA y padre de uno de los atacantes. También se ha demolido una casa en la que vivió el segundo de los atacantes.
"Las demoliciones punitivas de viviendas son una forma de castigo colectivo, ilegal bajo el Derecho Internacional. Infligen dolor y sufrimiento a los que nada tienen que ver con la acción causante de la demolición y a menudo ponen en peligro a las personas y bienes alrededor", ha declarado la ONU en el comunicado.
Durante las demoliciones se han producido enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad israelíes y los refugiados palestinos que se han saldado con al menos seis heridos palestinos, tres de ellos por armas de fuego.
"UNRWA condena las demoliciones punitivas y recuerda a Israel, la potencia ocupante, que, en virtud del Derecho Humanitario, tiene la obligación de proteger a la población ocupada y prestarle servicios", ha añadido.