GINEBRA, 27 Oct. (Reuters/EP) -
El jefe de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Zeid Raad al Husein, ha tachado este viernes de "escandalosa" la situación humanitaria en Ghuta, un suburbio del este de Damasco, y ha instado a las distintas partes del conflicto a permitir que los alimentos y medicinas lleguen a los a 350.000 sirios que se encuentran atrapados.
"Las impactantes imágenes que han aparecido en los últimos días, en las que se puede ver a niños con malnutrición severa, son una evidencia aterradora de la difícil situación de las personas en Ghuta Oriental, que se están enfrentando a una emergencia humanitaria", ha dicho Al Hussein.
La hostilidad que se vive en el enclave ha llevado a las personas al borde de la hambruna, según han denunciado residentes y trabajadores humanitarios. "Recuerdo a todas las partes en conflicto que la inanición deliberada de civiles como táctica de guerra constituye una clara violación del Derecho Internacional Humanitario, que puede constituir un crimen de lesa humanidad y/o un crimen de guerra", ha declarado Al Hussein.
La oficina de Al Hussein ha elaborado una lista de los cientos de personas que necesitan evacuación por motivos médicos pero el Gobierno sirio ha impuesto severas restricciones a estas evacuaciones, llevando a la muerte a un gran número de civiles, según ha denunciado la ONU a través de un comunicado.
La última vez que un convoy de la ONU con ayuda humanitaria consiguió entrar en la zona de conflicto fue el 23 de septiembre y contaba con ayuda para 25.000 personas.
El precio de la comida ha aumentado notablemente desde que las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al Assad, tomaran el control del área en mayo, destruyendo los túneles que se usaban para introducir mercancías en el enclave. Este octubre han cerrado el principal puesto de control que daba acceso al suburbio de la capital, Damasco, y han aumentado los impuestos a los comerciantes.