NUEVA YORK, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha instado a las fuerzas combatientes en Siria a que no causen más daños a la población civil del país, y ha denunciado la situación que sufren más de 200.000 civiles que se encuentran atrapados en medio de los combates.
Desde la ONU han pedido especialmente al Gobierno de Bashar Al Assad que minimice los daños a civiles en Alepo, donde la situación es dramática para los civiles y donde el Ejército sirio está cerrando cada vez más el cerco sobre los rebeldes.
"El país ya es un cementerio gigante y devastado", ha declarado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein. "El número de crímenes de guerra que se han cometido ya sobrepasa la peor de las pesadillas. Sin embargo, aún está en manos de ambos bandos, así como de sus apoyos internacionales, minimizar los futuros daños a civiles y evitar más crímenes y atrocidades.", ha añadido en un comunicado.
Al Hussein ha señalado que incluso si ambos ejércitos "se han embrutecido de tal manera que ya no les importan los miles de mujeres, hombres y niños cuyas vidas inocentes están en sus manos, deberían tener en cuenta que en el futuro habrá que rendir cuentas".
A pesar de que es extremadamente difícil establecer una cifra exacta, de acuerdo con datos de la ONU, se estima que alrededor de 150.000 personas se encuentran atrapadas en la ciudad de Alepo, en la zona que aún controlan las fuerzas rebeldes y que se encuentra bajo asedio por el gobierno sirio.
"Estamos muy preocupados por lo que les pueda ocurrir a medida que los combates se intensifiquen y se les acaben las reservas de agua, comida y medicina", ha señalado el Alto Comisionado. Mientras las fuerzas de Al Assad continúan avanzando por el este de la ciudad, los rebeldes sirios han aumentado los bombardeos de las zonas que han sido recuperadas por el Gobierno.
Además de Alepo, el Alto Comisionado ha denunciado la terrible situación a la que se están enfrentando los civiles sirios en la ciudad de Manjib, en el este de la Gobernación de Alepo. Debido al aumento de los ataques entre el Estado Islámico y las Fuerzas Democráticas Sirias, que cuentan con el apoyo de Estados Unidos, en la zona, unos 70.000 civiles se encuentran atrapados en el interior de la ciudad, donde los bombardeos y los tiroteos son constantes por ambas partes.