Bandera de la guerrilla kurda de las Unidades de Protección Popular (YPG)
YPG
Actualizado: martes, 31 mayo 2016 12:52

MADRID 31 May. (EUROPA PRESS) -

La Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) ha denunciado que las autoridades kurdas en el cantón de Afrin, en el norte de Alepo, están impidiendo la entrada de civiles como respuesta a los últimos bombardeos realizados por fuerzas rebeldes contra Maqsud, en el noroeste de Siria.

"Las autoridades kurdas en el cantón de Afrin han impedido la entrada de civiles en la zona desde el 29 de mayo como respuesta a los bombardeos realizados en las últimas 48 horas por fuerzas rebeldes contra la localidad de Maqsud, controlada por kurdos", ha afirmado la OCHA en un comunicado.

La agencia de Naciones Unidas ha indicado que unas 5.000 personas han tenido que abandonar sus hogares desde el 27 de mayo en las zonas rurales del norte de Alepo y ha señalado que la mayoría se han alojado en "asentamientos" próximos al puesto de control fronterizo de Bab al Salam y en Azaz, Afrin y Yazibag.

Además ha contado que unas 2.000 personas han logrado abandonar las localidades de Marea y Seij Issa tras haber quedado atrapadas el 27 de mayo por los combates y ha denunciado que todavía quedan "7.000 civiles" en esa zona que no pueden salir "debido a las restricciones impuestas por las autoridades kurdas".

Las agencias humanitarias, según la OCHA, han tenido que mantener suspendidas sus operaciones y han evacuado a su personal de estas localidades "por la cercana proximidad de las hostilidades". "La respuesta humanitaria a los desplazamientos actuales ha quedado por tanto limitada por motivos de seguridad", ha asegurado.

La OCHA ha dicho que, "a pesar de la reducción de las hostilidades en las últimas 48 horas", los combates "intermitentes" continúan entre los rebeldes y los milicianos de Estado Islámico en las afueras de Kafr Kalbien, Kafr Shush, Baraghideh y en Marea.

En este sentido, ha señalado que ha habido varias "contraofensivas" coordinadas por las fuerzas rebeldes que operan en Azaz, lo que ha impedido nuevos avances de los milicianos de Estado Islámico hacia esta localidad.

La Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas ha contado que el 29 de mayo las autoridades kurdas del distrito de Afrin anunciaron el cierre de las carreteras que conectan Azaz con Afrin y Marea como represalia por los últimos bombardeos de las fuerzas rebeldes contra el barrio de Maqsud en Alepo, que acabaron con la vida de varias personas.

7.000 CIVILES ATRAPADOS

"Debido al cierre de la carretera que une Marea con Afrin, unos 7.000 civiles se han quedado atrapados en las localidades de Marea y Seij Issa. Antes del cierre de esta carretera, unas 2.000 personas habían entrado en el distrito de Afrin desde el 27 de mayo", ha relatado la agencia de Naciones Unidas.

Además, ha asegurado que unas 8.000 personas que han tenido que abandonar sus hogares se han trasladado al subdistrito de Azaz procedentes de Raqqa, el principal bastión de Estado Islámico en Siria. Un tribunal de la sharia prohibió el 24 de mayo que los desplazados procedentes de Raqqa entraran en Azaz ante el temor de que se infiltraran entre ellos terroristas del grupo que lidera Abú Bakr al Baghdadi.

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