MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
Más de 150 personas han muerto en el último mes y medio en la provincia de Ituri, en el este de República Democrática del Congo (RDC) en ataques en su mayoría obra del grupo armado Cooperativa para el Desarrollo de Congo (CODECO), según ha denunciado este viernes el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
"Estamos alarmados por el deterioro de la situación de seguridad en los territorios de Djugu y Mahagi", ha reconocido el portavoz del organismo, Rupert Colville, después de que "más de 150 personas hayan sido asesinadas en los últimos 40 días en una serie de ataques", cuyos autores, entre los que está CODECO, son miembros de la etnia lendu.
Según el portavoz, solo en marzo hubo 107 civiles muertos y 43 heridos mientras que en lo que va de abril han sido asesinadas otras 49 personas, trece han resultado heridas y seis han sido secuestradas. En total, desde principios de año, 206 civiles han sido asesinados, 74 han resultado heridos y 54 han sido secuestrados, según los datos de que dispone el Alto Comisionado. El sábado pasado, milicianos de CODECO mataron a 23 personas en Koli.
Aunque los ataques por parte de elementos armados con base en Djugo aumentaron de forma significativa en marzo, se han multiplicado desde la muerte del líder de CODECO, Ngudjolo Duduko Justin, el 25 de marzo, ha precisado el portavoz, ya que esto habría "desencadenado enfrentamientos internos para el control del grupo, que se ha dividido en cinco facciones, las cuales están perpetrando ataques".
Colville ha recordado que los ataques cometidos, en los que se usan "machetes para asesinar a mujeres y niños, se viola, se saquean propiedades, se destruyen viviendas y se matan animales" podrían constituir "crímenes contra la Humanidad".
Pese a que las comunidades más afectadas, principalmente hema pero también otros grupos étnicos "han mostrado en general contención", "nos preocupa que si los ataques continúan sin una respuesta decisiva por parte de las fuerzas de seguridad para defender a la población civil, esas comunidades puedan formar milicias de autodefensa, incrementando la probabilidad de una mayor violencia intercomunitaria", ha reconocido el portavoz.
Por ello, Colville ha pedido a "las autoridades que refuercen la presencia de las fuerzas de seguridad y los funcionarios del Estado en la región, para garantizar que hay investigaciones exhaustivas sobre los presuntos abusos y violaciones de los Derechos Humanos, se somete a todos los autores a juicios justos e imparciales y se ofrece a las víctimas y sus familias acceso a la justicia, la verdad y a reparaciones".
PREOCUPACIÓN TAMBIÉN EN ACNUR
Desde el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) también han expresado su preocupación por la violencia en el este de RDC y los nuevos desplazados internos que está ocasionando en un país donde de 5 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares, lo que convierte al país en la mayor crisis de desplazamiento del continente.
Según su portavoz, Babar Baloch, más de 25.000 personas se han visto desplazadas por la violencia en el territorio de Lubero, en Kivu Norte, mientras que otras 12.000 han abandonado sus hogares en lo que va de abril en Djugo, en Ituri.
"Estos ataques lastran el acceso humanitario, obstaculizan la asistencia a personas desplazadas desesperadas y perturban la coordinación vital para la prevención y la sensibilización frente al Covid-19", ha destacado Baloch, que ha incidido además en que muchos asentamientos de desplazados "están atestados, lo que dificulta el distanciamiento físico y social".
"Nos preocupa mucho que la inseguridad y la disminución del acceso humanitario genere mayores desafíos para un país con unos servicios sanitarios ya sobrepasados y poco financiados", ha reconocido el portavoz de ACNUR.