RANGÚN 5 Jul. (Reuters/EP) -
Más de 80.000 niños se encuentran en riesgo de malnutrición en el estado de Rajine, en el oeste de Birmania, donde el Ejército continua reprimiendo a la etnia musulmana rohingya, según un informe publicado este miércoles por el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
En octubre de 2016 murieron nueve guardias fronterizos en el norte de Rajine en ataques que el Gobierno de Aung San Suu Kyi atribuyó a grupos armados rohingyas, desencadenando una ofensiva militar contra el grupo étnico que provocó la huída de 75.000 personas a Bangladesh. Naciones Unidas ha abierto una investigación contra el Ejército, a quien ha acusado de violar, asesinar y quemar viviendas, acciones que podrían ser juzgadas como crímenes contra la Humanidad.
"El estudio ha confirmado el empeoramiento de la seguridad alimentaria en áreas ya altamente vulnerables", ha declarado el PMA. Aproximadamente un tercio de los encuestados se encuentra en situación de "extrema inseguridad alimentaria", como pasar un día y una noche sin comer. El informe es el primero de estas características desde octubre, cuando estalló el conflicto. El PMA ha entrevistado a 450 familias en 45 aldeas del distrito de Maungdaw entre marzo y abril.
La evaluación recoge que ninguno de los niños encuestados recibe una "dieta mínima adecuada" y estima que cerca de 80.500 menores de cinco años deberán ser tratados por desnutrición aguda en el próximo año.
El estudio del PMA muestra que las aldeas donde se llevan a cabo las operaciones militares y los hogares donde los hombres se han marchado por miedo a ser atacados son especialmente vulnerables al hambre. El PMA no ha distinguido entre diferentes comunidades, pero más del 90 por ciento de los residentes en Maungdaw pertenecen a la etnia rohingya.
El Gobierno de Birmania considera que los rohingya son descendientes de inmigrantes de Bangladesh, inmigrantes ilegales en el país que no pueden acceder a derechos como la nacionalidad. Tras la muerte de los agentes en octubre, los militares intervinieron en Maungdaw, restringiendo el acceso de la ayuda humanitaria e impidiendo a los locales actividades como la pesca y la agricultura.
El portavoz del Gobierno, Zaw Htay, ha defendido que después de las primeras restricciones de seguridad sí se permitió la entrada de organizaciones de ayuda humanitaria en el norte de Rajine. "El PMA está llevando a cabo muchos, muchos proyectos en esa región y el Gobierno de Birmania les está permitiendo entregar comida y otra asistencia", ha declarado.
Sin embargo, después ha especificado que existen ciertas restricciones de movilidad al personal de organizaciones extranjeras, pero que los trabajadores nacionales actúan con total libertad. Htay ha asegurado también que el Gobierno ha entregado ayuda a la población afectada.