MADRID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha denunciado que al menos 24 activistas han sido detenidos en Camboya desde finales de julio, entre ellos ocho solo en septiembre, lo que supondría "un agravamiento de la intolerancia" de las autoridades frente a la disidencia y de la represión de libertades fundamentales, incluida la de expresión.
El desencadenante de esta nueva ola represiva sería la detención, el 31 de julio, del sindicalista Rong Chhun, arrestado en su domicilio por unos 30 agentes de las fuerzas de seguridad.
Doce de los 24 detenidos desde entonces siguen en prisión, entre ellas una mujer apresada tras abandonar el lunes la oficina del Alto Comisionado en Camboya, mientras que los trece restantes han sido liberados, supuestamente después de comprometerse por escrito a poner fin a sus actividades en defensa de los Derechos Humanos.
La mayoría de estos activistas se enfrentan a cargos de incitación a la felonía; también tres ecologistas, dos de ellos después de publicar en Facebook que querían ir a la casa del primer ministro para exponerle sus dudas medioambientales sobre el proyecto de desarrollo de un lago.
Además, según la portavoz del Alto Comisionado, Ravina Shamdasani, "numerosas personas han denunciado que han recibido llamadas de teléfono con amenazas, algunas de muerte, si no cesan su activismo, y han denunciado que les siguen". "Numerosos defensores de los Derechos Humanos se esconden actualmente por miedo a ser detenidos", ha lamentado.
USO DE LA FUERZA Y PRESIONES
La oficina que dirige la expresidenta chilena Michelle Bachelet ha acusado a las autoridades camboyanas de ejercer "un uso innecesario y excesivo de la fuerza" contra mujeres manifestantes en hasta cinco ocasiones, así como casos de "intimidación" contra personas que participaban en protestas de distinta índole.
También sería menor el margen de actuación de las organizaciones, según el Alto Comisionado, que ha denunciado la ilegalización de dos grupos locales acusados de poner en peligro el orden público por los contenidos publicados en redes sociales. También se han dado "visitas" de autoridades para examinar los documentos y permisos de otras organizaciones.
Shamdasani ha advertido de que esta sucesión de abusos evidencia la creciente represión en Camboya, a cuyo Gobierno ha reclamado que libere de forma "incondicional" a los detenidos por ejercer sus derechos y ponga fin a la "intimidación" contra la sociedad civil. "Pedimos a las fuerzas de seguridad que dejen de recurrIr a una fuerzas innecesaria y excesiva y a la intimidación contra quienes participan en protestas pacíficas", ha añadido.