GINEBRA 1 Nov. (Reuters/EP) -
La portavoz de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Ravina Shamdasani, ha asegurado este martes que todos los bandos que combaten en Alepo podrían estar cometiendo crímenes de guerra con los ataques con víctimas civiles en esta ciudad siria.
La semana pasada, las fuerzas rebeldes lanzaron una ofensiva contra los sectores controlados por el régimen sirio en el oeste de Alepo, un mes después de que las fuerzas gubernamentales iniciaran su campaña para intentar tomar el este de la urbe, controlado por los sublevados.
Naciones Unidas estima que entre 250.000 y 275.000 civiles estan asediados en Alepo y que unos 8.000 combatientes rebeldes permanecen en el este de esta ciudad. "Todas las partes en Alepo están implicadas en hostilidades que están generando un elevado número de víctimas civiles y creando una atmósfera de terror para los que siguen viviendo en la ciudad", ha afirmado Shamdasani, en un encuentro con la prensa en la sede de la ONU en Ginebra.
Durane el fin de semana, la ONU ha documentado la muerte de más de 30 civiles, de los cuales diez eran niños, así como decenas de heridos por los ataques con morteros, cohetes y artefactos explosivos improvisados en el oeste de Alepo, según ha contado la portavoz de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
"El supuesto uso de misiles basados en tierra, junto con el empleo de vehículos armados cargados con explosivos, en una zona con más de un millón de civiles es completamente inaceptable y puede constituir un crimen de guerra", ha explicado Shamdasani.
En este sentido, ha afirmado que el elevado número de bajas civiles sugiere que las fuerzas rebeldes están ignorando la "prohibición fundamental" en contra de los ataques indiscriminados y los principios de precaución y proporcionalidad.
La portavoz ha afirmado que Naciones Unidas no tiene información detallada para atribuir la autoría de los ataques rebeldes. Además, ha señalado que Naciones Unidas ha documentado al menos doce civiles muertos por bombardeos del régimen y sus aliados en el este de Alepo el sábado y el domingo.
"Los ataques contra hospitales, escuelas, mercados e instalaciones de aguas son ahora habituales y si se demuestra que son intencionados podrían constituir crímenes de guerra", ha asegurado.