Actualizado: viernes, 4 agosto 2017 13:00


GINEBRA, 4 Ago. (Reuters/EP) -

La violencia étnica en la región de Kasai, en la República Democrática del Congo, se ha descontrolado a causa de la complicidad del Gobierno y podría posponer las elecciones generales, ha informado este viernes un alto funcionario de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

"Es imposible determinar si el Gobierno está incitando o no esta ola de violencia para aplazar las elecciones", ha declarado Scott Campbell, jefe de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos en el Centro y el Occidente de África, en una sesión informativa de la ONU en Ginebra.

"Nuestra preocupación es que los acontecimientos puedan estar manipulados con el objetivo de posponer las elecciones, lo que podría provocar (una mayor propensión a) que se generen otros tipos de violencia y violaciones de los Derechos Humanos".

El Gobierno y parte de la oposición --a excepción de la Plataforma, la coalición más importante-- acordaron en 2016 aplazar las elecciones a pesar de que el mandato del presidente llegaba a su fin en diciembre de ese año.

Los opositores a Kabila han denunciado en numerosas ocasiones que el mandatario está aplazando los comicios de forma intencionada para mantenerse en el poder más allá de su mandato.

A finales de diciembre, el presidente se comprometió a dimitir tras las próximas elecciones, según un acuerdo de reconciliación cerrado por los distintos partidos políticos. El acuerdo obliga a Kabila a abstenerse de cambiar la Constitución para intentar presentarse de nuevo.

Sin embargo, la muerte en febrero de Etienne Tshisekedi --líder histórico de la oposición y padre del actual presidente de la Plataforma-- dejó a los rivales de Kabila seriamente debilitados en su intento de forzar que el mandatario a abandone el poder.

Estaba previsto que Tshisekedi encabezara el consejo de transición para supervisar la salida de Kabila del poder para finales de este año, en virtud del citado acuerdo de diciembre de 2016.

Finalmente, Kabila nombró recientemente como primer ministro a Bruno Tshibala pese a las protestas de la opositora Plataforma por el proceso de designación.

El pacto garantizaría el que podría ser el primer traspaso pacífico de poderes en el país africano desde la independencia, en 1960. Kabila llegó al poder en 2001, en sustitución de su padre, Laurent, que murió asesinado.

Decenas de activistas opositores murieron el año pasado y los últimos brotes de violencia hacen temer que se reproduzcan conflictos como la guerra civil de 1996-2003 que provocó millones de muertes.

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