MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secretario general adjunto para Operaciones de Paz de Naciones Unidas, Hervé Ladsous, ha descrito este martes como "muy preocupante" la situación de seguridad en Sudán del Sur, insistiendo en la necesidad de un acuerdo político para poner fin al conflicto.
"No puedes esperar lograr una solución a través del uso de las armas, la solución tiene que ser política", ha dicho durante una rueda de prensa en la capital del país, Yuba, junto a Jean-Pierre Lacroix, quien le sustituirá en el cargo en abril.
Ladsous ha destacado la importancia del acuerdo de paz firmado en 2015 por el presidente, Salva Kiir, y los grupos opositores, reconociendo las preocupaciones existentes sobre que pueda ser aplicado casi dos años después.
Ladsous ha hablado durante la jornada, en lo que ha descrito como un "buen" encuentro, para abordar asuntos como los desafíos a los que hace frente la comunidad humanitaria debido a los ataques contra los trabajadores o las trabas burocráticas a sus acciones.
Asimismo, ha alertado de la situación en dos condados del estado de Unidad --Mayendit y Leer-- en los que se ha declarado la hambruna, resaltando que la misma "ha sido provocada por el hombre" a causa de los combates.
Por otra parte, ha anunciado que el primer contingente de la Fuerza de Protección Regional, que cuenta con mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, será desplegada en Yuba "en las próximas semanas".
Ladsous ha explicado que esta fuerza permitirá a la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en la República de Sudán del Sur (UNMISS) "a ir a zonas rurales para proteger mejor a los civiles", recordando que, en cualquier caso, la responsabilidad principal de la protección a la población recae en el Gobierno del país.
"No podemos tener un 'casco azul' detrás de cada ciudadano sursudanés. La responsabilidad de proteger a sus ciudadanos es del Gobierno. Estamos aquí para apoyar, facilitar y ayudar al Gobierno soberano de Sudán del Sur", ha remachado.
La rivalidad entre Kiir, de etnia dinka, y el exvicepresidente y líder rebelde Riek Machar, que es nuer, se tradujo en un primer conflicto en diciembre de 2013, cuando el presidente del país decidió cesar a Machar como su 'número dos'.
El conflicto entre los dos bandos terminó con un acuerdo de paz firmado en agosto de 2015 y que implicaba el regreso de Machar para que volviera a ser nombrado vicepresidente del país, nombramiento que llegó en abril de 2016.
Sin embargo, las continuas violaciones del pacto y los graves combates de julio llevaron al cese de Machar, que fue sustituido por el general Taban Deng Gai.
En diciembre, la ONU alertó de que el país está al borde de una guerra étnica generalizada a menos que la comunidad internacional intervenga y convenza a las partes enfrentadas de entablar un diálogo que lleve de forma definitiva a la paz.