MADRID, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha afirmado este viernes que por el momento se desconoce "la extensión" de la destrucción y el balance de víctimas a causa de las inundaciones registradas esta semana en el este de Libia, que ha descrito como "una tragedia" con unas consecuencias "realmente difíciles de imaginar".
El secretario general adjunto de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, ha apuntado que uno de los asuntos pendientes es "descubrir la extensión del problema". "Aún no lo sabemos en Libia. Las inundaciones, los torrentes, los edificios destruidos y el lodo aún ocultan el nivel de necesidades y muertos", ha manifestado en una comparecencia en Ginebra.
Así, ha indicado que un aspecto importante de cara a la entrega de ayuda es "la coordinación con el Gobierno (reconocido internacionalmente) y las autoridades en el este del país" para "dar la ayuda adecuada a las personas adecuadas en el momento adecuado".
"El acceso a Derna es aún difícil", ha recalcado, al tiempo que ha incidido en que lo sucedido en la ciudad, la más afectada por las inundaciones, "es una tragedia en la que el clima y las capacidades han colisionado para causar esta terrible tragedia".
En este sentido, Griffiths ha resaltado que hay una "acumulación de problemas" a causa de la rotura de dos presas río arriba, que provocaron las graves inundaciones, que ha descrito como "terribles" e "impactantes". "Es un enorme recordatorio del clima y su presencia", ha zanjado.
El propio Griffiths formuló el jueves una petición de 71,4 millones de dólares (unos 67 millones de euros) para ayudar a 250.000 personas afectadas por las inundaciones en Libia a causa del paso de la tormenta 'Daniel', que han causado hasta el momento 5.000 muertos y cerca de 30.000 desplazados. Esta cantidad, sin embargo, no cubriría a las cerca de 880.000 personas repartidas por las cinco provincias del país que viven en zonas directamente damnificadas.
Abdulmenam al Gaizi, alcalde de la ciudad de Derna, alertó a última hora del miércoles de que la cifra de muertos en la localidad podría aumentar hasta los 20.000, al tiempo que añadió que la presa de la ciudad, que reventó poco después de que otra situada río arriba se derrumbara por la presión del agua, llevaba sin mantenimiento desde 2008 a causa de la crisis política en el país africano.
El país se encuentra dividido en dos administraciones después de que la Cámara de Representantes diera por finalizado el mandato del primer ministro de unidad, Abdel Hamid Dbeibé, por el aplazamiento de las elecciones presidenciales en diciembre de 2021 y nombrara para el cargo a Fazi Bashaga --posteriormente suspendido en el cargo y sustituido por Osama Hamad--, decisión que supuso un varapalo para los esfuerzos para poner fin al conflicto y la inestabilidad que sacude Libia desde la captura y ejecución de Muamar Gadafi en 2011.