Actualizado: jueves, 2 julio 2015 22:12

NUEVA YORK 2 Jul. (Reuters/EP) -

Naciones Unidas ha asegurado este jueves que las pasadas elecciones parlamentarias en Burundi no han sido libres ni libres, al tiempo que ha denunciado que se cometieron violaciones de los Derechos Humanso y de las libertades fundamentales.

Burundi está inmersa en una grave crisis política desde que el presidente del país, Pierre Nkurunziza, anunció en abril que se presentaría para optar a un tercer mandato, una decisión que sus detractores denuncian que va contra la Constitución. Desde entonces, decenas de personas han muerto en el país.

La oposición decidió boicotear los comicios parlamentarios de este lunes. Las elecciones presidenciales están previstas para el 15 de julio. Los detractores de Nkurunziza sostienen que no puede presentarse a un tercer mandato porque la Constitución lo prohíbe y sus partidarios argumentan que el primer mandato no cuenta porque no fue elegido por las urnas sino por el Parlamento.

El portavoz de Naciones Unidas, Farhan Haq, ha dicho que los observadores de la misión de Naciones Unidas en Burundi han llegado a la conclusión que "el ambiente general no era el apropiado por unas elecciones integradoras, creíbles y libres". "Episodios de violencia y explosiones han precedido los comicios y, en algunos casos, han acompañado las actividades de la jornada electoral", ha señalado.

En este sentido, ha indicado que la misión de Naciones Unidas ha "observado" restricciones a la libertad de prensa y "violaciones de los Derechos Humanos y de las libertades fundamentales". "Esto incluye infracciones del derecho de la oposición política a hacer campaña libremente, asesinatos extrajudiciales, detenciones arbitrarias y actos de violencia cometidos por grupos de jóvenes armados alineados con partidos políticos", ha indicado.

Al menos seis personas, incluido un policía, murieron asesinadas en Buyumbura el miércoles, según han señalado un portavoz policial y varios testigos. Unas 140.000 personas han abandonado Burundi desde el inicio de la crisis política.

El embajador de Nueva Zelanda en Naciones Unidas, Gerard van Bohemen, en su calidad de presidente de turno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ha afirmado que los quince miembros de este órgano han expresado su preocupación por el hecho de que "no se han cumplido" las "condiciones mínimas para unas elecciones libres, justas, transparentes y creíbles".

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