MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha alertado este lunes de que "Irak se está quedando sin tiempo" ante la grave crisis política que sacude el país y ha reclamado a todas las partes "un diálogo sin condiciones previas" para formar gobierno, un año después de la celebración de las elecciones parlamentarias anticipadas.
La Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Irak (UNAMI) ha recordado que "hace un año, los iraquíes acudieron a las urnas con la esperanza de trazar un nuevo futuro para el país" y ha resaltado que las elecciones fueron convocadas "bajo presión pública a través de protestas a nivel nacional en las que cientos de jóvenes iraquíes perdieron la vida y miles resultaron heridos".
"Lamentablemente, esta reafirmación de la democracia se vio seguida por una política de la división, generando una amarga desilusión entre la población", ha dicho la misión en su comunicado, en el que ha subrayado que "esta larga crisis está generando más inestabilidad".
"Los últimos acontecimientos son una prueba. Además, amenaza el sustento de la gente", ha advertido, antes de hacer hincapié en que "la aprobación de los Presupuestos para 2023 son algo imperativo" y lamentar que los "esfuerzos incansables" para avanzar hacia la estabilidad no hayan dado frutos.
Así, la UNAMI ha dicho que "es momento que la clase política asuma su responsabilidad y respalde sus palabras con acciones". "A través de un compromiso, deben lograr un acuerdo de forma colectiva sobre asuntos clave que reafirmen su objetivo declarado, que es satisfacer las necesidades de los iraquíes y establecer un gobierno totalmente empoderado y efectivo. Es el momento de actuar", ha zanjado.
Irak ha sido escenario en los últimos días de nuevas movilizaciones, coincidiendo con el tercer aniversario de las protestas de octubre de 2019, que se saldaron con al menos 600 muertos en todo el país por la reacción de la Policía iraquí y las milicias proiraníes.
Las protestas estuvieron activas durante varios meses para exigir el fin del sistema de gobierno vigente desde la invasión estadounidense de Irak en 2003, el fin de la corrupción, mejores servicios básicos y empleo.
Las protestas derivaron en la dimisión del entonces primer ministro, Adel Abdul Mahdi, quien fue sustituido --tras el rechazo a varios nominados-- por Mostafá al Kazemi, quien inició una serie de reformas y convocó elecciones anticipadas, celebradas el 10 de octubre de 2021.
En dichos comicios, el partido liderado por el clérigo chií Muqtada al Sadr se alzó con la victoria, si bien hasta ha sido incapaz de formar gobierno debido al bloqueo de los partidos y milicias proiraníes, lo que ha provocado que su bloque se haya retirado de las negociaciones y del Parlamento, ahondando la crisis política en Irak.
El propio Al Sadr dio orden el viernes a los grupos armados bajo su control que suspendan sus actividades en la práctica totalidad del país para no incrementar la tensión tras semanas de fuertes enfrentamientos en la provincia de Basora entre las fuerzas del religioso y las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), una coalición de milicias proiraníes.