MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, Ismail Uld Cheij Ahmed, ha afirmado este martes que las partes en conflicto en Yemen "no tienen interés" en lograr una solución, recalcando que "no hay ganadores en el campo de batalla".
"La gente (en Yemen) es cada vez más pobre, mientras que los líderes influyentes son cada vez más ricos. No están interesados en encontrar soluciones, ya que perderían poder y control con un acuerdo", ha explicado.
Así, ha recalcado que "los perdedores son los ciudadanos yemeníes que sufren esta guerra", al tiempo que ha destacado que un acuerdo para el acceso de la ayuda humanitaria al país no puede reemplazar una solución que implique un acuerdo de paz.
Cheij Ahmed ha desvelado que ha mantenido reuniones con funcionarios yemeníes e internacionales para mejorar la confianza entre las partes y llevarlas a la mesa de negociaciones.
"Esperamos que este compromiso se traduzca en una acción y profundice sus contactos conmigo a partir de estas iniciativas para lograr una solución política y pacífica", ha manifestado, en una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
En este sentido, ha reiterado que las partes en conflicto "son responsables de un fracaso" del proceso de paz, incidiendo en que "el único camino viable para el futuro de Yemen es un acuerdo negociado".
Por su parte, el director de operaciones de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), John Ging, ha reiterado que el plan de apoyo humanitario a Yemen sigue carente de los fondos necesarios.
"Pese a la complejidad de la respuesta, los trabajadores humanitarios han alcanzado este año a siete millones de personas con asistencia directa. Animamos a los estados miembros a apoyar directamente nuestros esfuerzos y hacer más en el plan de respuesta", ha dicho.
Ging ha detallado que hasta la fecha se ha recibido un 55 por ciento de los 2.300 millones de dólares (alrededor de 1.945 millones de euros) reclamados para atender a doce millones de personas este año.
Por último, ha solicitado el reinicio de los vuelos comerciales desde el aeropuerto de la capital, Saná, así como el de las importaciones. "Cualquier descenso significativo en las importaciones por retrasos burocráticos amenazan con hacer realidad la amenaza de una hambruna", ha advertido.
El conflicto entre el Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi, apoyado por la coalición liderada por Arabia Saudí, y los huthis, que cuentan con el respaldo de Irán y junto a los que combaten las tropas leales al expresidente Alí Abdulá Salé, estalló hace más de dos años y ha causado estragos en el país más pobre del mundo árabe.
El hundimiento de los servicios básicos y la infraestructura sanitaria del país ha derivado además en un brote de cólera que ha dejado más de 2.100 muertos desde abril.