Turk denuncia tanto "la escala" como "los niveles de violencia" y "el trato inhumano" del sistema de trabajos forzosos en el país
MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha denunciado este martes que el uso de los trabajos forzosos por parte de las autoridades de Corea del Norte contra parte de la población está "profundamente institucionalizado", a raíz de un informe que incluye entrevistas realizadas entre 2015 y 2023 a más de 180 víctimas y testigos que lograron escapar del país asiático.
"Los testimonios contenidos en este informe ofrecen una visión impactante y angustiosa del sufrimiento infligido a las personas a través de los trabajos forzosos, tanto por su escala como por los niveles de violencia y trato inhumano", ha dicho el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, según un comunicado publicado por su oficina.
Así, ha señalado que "estas personas se ven forzadas a trabajar en condiciones intolerable, a menudo en sectores peligrosos sin salario, libre elección, posibilidad de irse, protección, atención médica, tiempo libre, comida y cobijo". "Están bajo vigilancia constante, son golpeados de forma regular, y las mujeres están expuestas a riesgos continuos de violencia sexual", ha detallado.
Una de las víctimas ha relatado que las autoridades les golpeaban y recortaban sus raciones de alimentos "si no se cumplían las cuotas diarias" fijadas, mientras que otra ha contado que una de sus compañeras "fue víctima de abusos sexuales a manos de uno de los jefes". "Sufrió", ha lamentado.
El informe recoge tres tipos diferentes de trabajos forzosos, incluidos el trabajo bajo detención, la contratación obligatoria en puestos asignados por el Estado, el reclutamiento militar, la integración en 'brigadas de choque', movilizaciones laborales y trabajos llevados a cabo en el extranjero por personas trasladadas para obtener divisas.
Así, sostiene que la población "es controlada y explotada a través de un sistema de trabajos forzosos extenso y de muchas capas" que es "dirigido hacia los intereses del Estado, no los de la población". Además, el sistema "actúa como un medio de control estatal para supervisar y adoctrinar" a los norcoreanos.
El documento resalta que las mayores preocupaciones derivan de la situación en los centros de detención, donde se obliga a estas personas a trabajar bajo la amenaza de violencia física y en condiciones inhumanas, al tiempo que afirma que Pyongyang asigna a la gente un puesto de trabajo tras completar sus estudios o el servicio militar y les ordena dónde deben vivir.
A ello se suma que los reclutas, que deben servir en filas durante diez años o más, son obligados de forma habitual a realizar tareas agrícolas o de construcción, lo que el informe describe como trabajos "duros y peligrosos, sin medidas adecuadas a nivel sanitario y de seguridad".
En este sentido, una antigua enfermera que atendió a soldados durante su servicio militar obligatorio ha explicado que "la mayoría de los soldados con desnutrición presentaban también tuberculosis, ya que están débiles físicamente y cansados".
Las 'brigadas de choque' son destinadas también a "duros trabajos manuales", con proyectos que pueden durar entre meses y años y en los que los trabajadores se ven obligados a vivir en ese mismo lugar, con poca remuneración o sin recibir pago alguno.
El informe resalta que este sistema de trabajos forzosos arranca en la escuela, donde los alumnos son forzados a realizar trabajos como la limpieza de orillas de ríos o la plantación de árboles. "Desde pequeño tienes que estar disponible para dar un servicio", ha manifestado uno de los testigos entrevistados.
Por ello, el documento reclama a Corea del Norte que "abola el uso de los trabajos forzosos y que ponga fin a cualquier tipo de esclavitud", mientras que Turk ha argumentado que "la prosperidad económica debe beneficiar a la población, no ser un motivo para su esclavización".
"El trabajo decente, la libre elección, la ausencia de violencia y unas condiciones de trabajo justas y favorables son componentes cruciales del derecho al trabajo. Deben ser respetados y cumplidos en todos los sectores de la sociedad", ha apostillado el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.