MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
El conflicto que enfrenta en Sudán al Ejército con fuerzas paramilitares ha obligado ya más de 440.000 personas a abandonar sus hogares, según datos de Naciones Unidas, que tiene registrados más de 334.000 desplazados internos, en su mayoría en la región de Darfur.
En concreto, más de 115.000 personas han cruzado hacia países vecinos para escapar de la escalada de las tensiones, mientras que otras 334.000 se han movido hacia otras zonas teóricamente más seguras dentro de Sudán. El país africano ya tenía 3,7 millones de desplazados internos antes de esta última crisis.
El director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), António Vitorino, ha advertido en un comunicado de que "la ya difícil situación humanitaria en Sudán se ha agravado aún más en las últimas semanas", con miles de personas "vulnerables" incapaces de escapar de las zonas con más violencia.
El país está "al borde de la catástrofe humanitaria", según Vitorino, que ve "imperativo" actuar para proteger a la población tanto dentro como fuera de Sudán. "La generosidad de la población sudanesa al acoger en sus comunidades y casas a quienes huyen de los combates es inspiradora", ha resaltado.
A Darfur Oeste y Darfur Sur corresponden el 72 por ciento de los desplazados internos que tiene registrados la ONU. El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) ha confirmado la muerte en Darfur Oeste de un desplazado que también colaboraba con la organización, dentro de una serie de ataques que se han cobrado al menos 191 vidas.
Elsheikh murió asesinado el 30 de abril en un asentamiento informal de Geneina. El secretario general del NRC, Jan Egeland, ha tachado de "inaceptable" la extrema violencia ejercida contra la población civil y ha dado cuenta de historias que "describen un infierno", con "familias desplazadas que ven cómo sus precarios refugios quedan reducidos a cenizas, oficinas humanitarias saqueadas, almacenes robados".
"Es devastador. Es la cuarta vez en tres años en que civiles y desplazados internos en Geneina se ven atrapados en una violencia sin sentido", ha lamentado Egeland, al recordar que la zona lleva siendo escenario constante de violencia desde el año 2021.