NUEVA YORK 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de expertos internacionales ha adoptado, durante una reunión en París organizada por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Gobierno francés, un plan de acción para rehabilitar y proteger el patrimonio cultural de Malí, que ha sido blanco de ataques por parte de grupos extremistas e islamistas en los últimos meses.
Naciones Unidas ha estimado que el coste para llevar a cabo este plan asciende a unos once millones de dólares (ocho millones de euros). Además, el plan también contempla una serie de actividades de formación, con el fin de restablecer las condiciones apropiadas para la conservación y gestión del patrimonio cultural, incluidos los manuscritos y el patrimonio intangible.
Desde el estallido de los combates entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes tuareg en enero de 2012, y después de que los islamistas radicales se hiciesen con el control del norte de Malí, el patrimonio cultural del país ha sufrido numerosos ataques.
Solamente en el último mes, los rebeldes islamistas incendiaron una biblioteca de la antigua ciudad de Tombuctú construida con financiación sudafricana que contenía miles de antiguos manuscritos de valor incalculable. En diciembre, al menos tres mausoleos fueron destruidos.
A principios de este mes, durante una visita a Malí con el presidente francés, François Hollande, la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, subrayó la necesidad de ayudar a las autoridades malienses a reconstruir y salvaguardar el patrimonio cultural del país.
"Cuando se destruye un lugar que es Patrimonio de la Humanidad, a causa de la estupidez y la violencia, toda la humanidad siente que ha sido privada de una parte de sí misma, que ha sido herida", ha declarado Bokova durante la reunión de este martes.
El plan de acción abarca tanto aquellos lugares Patrimonio de la Humanidad como los bienes culturales y se encarga de protegerlos bajo la legislación del país, de acuerdo con la ONU. De acuerdo con el comunicado, se van a llevar a cabo acciones específicas en Tombuctú, la Tumba de los Askia en Gao, el casco antiguo de Djenné y el acantilado de Bandiagara, tierra de los Dogón --un grupo étnico que vive en la región central de Malí--, así como en los museos.
La UNESCO enviará una misión a Malí para hacer una evaluación completa de los daños y ver cuál será la mejor manera para implementar el plan de acción tan pronto como sea posible, ha indicado Naciones Unidas.
"Nos hemos reunido para transformar la indignación en acción", ha señalado Bokova. "El patrimonio de Malí es mucho más que una inscripción en la lista de la UNESCO, es el legado de una cultura milenaria, un testimonio del diálogo entre las culturas y es nuestro deber hacer todo lo posible para protegerlo", ha agregado.