DACCA, 12 Nov. (Reuters/EP) -
La representante especial del secretario general de la ONU sobre la violencia sexual en el conflicto armado, Pramila Patten, estudiará junto al Tribunal Penal Internacional (TPI) la actual persecución de la que está siendo objeto la minoría musulmana de los rohingya en Birmania, y en particular las atrocidades sexuales de las que están siendo objeto las mujeres y las niñas.
Patten ha tomado la decisión tras una visita a la región bangladeshí de Cox's Bazaar, donde han llegado miles de rohingya escapando del Ejército, y donde decenas de mujeres y niñas han denunciado haber sido objeto de violencia sexual.
"Cuando regrese a Nueva York informaré de esta cuestión a la fiscal del TPI, Fatou Bensuda, para ver si el Ejército birmano puede ser hecho responsable de estas atrocidades", ha declarado antes de acusar a las fuerzas armadas de Birmania, el Tatmadaw, de "dirigir, orquestar y perpetrar violencia sexual como arma de genocidio".
"Entre las formas de violencia sexual que hemos escuchado con más asiduidad se encuentra la violación en grupo, desnudos forzados y esclavismo sexual", ha hecho saber Patten.
La representante calificó el uso de la violencia sexual como un factor del desplazamiento forzado y "una herramienta calculada de terror dedicada al exterminio y a la eliminación de los rohingya como población".