MADRID, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los coordinadores humanitarios de Naciones Unidas para Siria han expresado este miércoles su "gran alarma" por el incremento de la violencia en la localidad de Alepo (norte) y sus alrededores, adviertiendo del riesgo que corren centenares de miles de personas que residen en la zona.
Yacub el Hillo, coordinador residente en el país, y Kevin Kennedy, coordinador regional para la crisis en Siria, han pedido a las partes en conflicto que restablezcan el envío de ayuda humanitaria, debido a que los combates registrados desde la semana pasada han cerrado la única vía de acceso a la ciudad.
El cierre de esta vía ha cortado el movimiento de bienes comerciales y humanitarias, dejando a 300.000 personas en riesgo de ser sitiadas. Asimismo, los combates han causado numerosos muertos y heridos.
Así, El Hillo y Kennedy han recalcado que la mayoría de la población residente en el este de Alepo depende fundamentalmente de la ayuda humanitaria, insistiendo en la necesidad de restablecer la entrada de la misma y de evacuar a los enfermos.
En este sentido, han asegurado que la ONU y sus socios locales cuentan con alimentos suficientes para 145.000 personas durante un mes, si bien han advertido que las necesidades aumentan cada día.
Por último, ambos han reclamado una vez más el acceso sin restricciones e incondicional para 5.470.000 civiles en el país, incluidos los 600.000 que se encuentran en 18 áreas sitiadas en Siria.
LA OFENSIVA DEL GOBIERNO
El Gobierno sirio, apoyado por fuerzas aliadas, entre las que se encuentran Hezbolá y Rusia, logró acercar sus posiciones a la carretera de Costello, la única que conecta la zona de los rebeldes en la ciudad con el resto de la provincia de Alepo, lo que ha supuesto que la carretera se vuelva intransitable para las miles de personas que viven en la ciudad.
Con estos avances, Damasco cada vez está más cerca de conseguir su objetivo de rodear las zonas rebeldes de Alepo, uno de los grandes símbolos del levantamiento contra el presidente, Bashar al Assad.
Las fuerzas rebeldes están contraatacando en un intento de reabrir la carretera de Costello. La oposición no espera que el Ejército sirio y sus aliados bombardeen la poblada Alepo, donde viven alrededor de 400.000 personas, por lo que se están preparando para un largo sitio.