MADRID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha expresado este martes su preocupación por el deterioro de la situación humanitaria y de seguridad de las cerca de 400.000 personas que residen en Ghuta Oriental, situada en los alrededores de la capital, Damasco.
"Ha habido informes sobre intensos bombardeos y ataques con artillería que han causado la muerte y heridas a civiles", ha alertado el portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric.
Por ello, ha destacado la importancia de que "la ONU y sus socios consigan permiso para acceder a la zona antes de que las condiciones se deteriore aún más".
La última entrega de ayuda humanitaria por parte del organismo internacional en Ghuta Oriental tuvo lugar en octubre de 2016, motivo por el que Dujarric ha recordado a las partes "su obligación de proteger a los civiles y la infraestructura civil".
La semana pasada, el asesor especial de la ONU para Siria, Jan Egeland, pidió un alto el fuego para permitir la entrega de ayuda humanitaria y suministros médicos en la localidad.
La ONU pretende que el Gobierno de Bashar al Assad dé luz verde a la entrada de convoyes humanitarios para llevar suministros al millón de civiles que están atrapadas en zonas sitiadas o de difícil acceso. Egeland ha reprochado al Gobierno que sólo haya aprobado un tercio de las peticiones y otro 40 por ciento pero con condiciones.
Las autoridades sirias no están de acuerdo con las estimaciones de Naciones Unidas sobre el número de civiles que necesitan ayuda, algo que Egeland considera una violación del acuerdo sobre asistencia humanitaria alcanzado el año pasado en Viena.
El Ejército y sus aliados están intentando forzar a los rebeldes a acordar treguas similares a las que han llevado a la evacuación de miles de combatientes opositores en el norte de Siria de otros reductos asediados.