MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y la Misión de la ONU y la Unión Africana en Darfur (UNAMID) han pedido este martes al Gobierno sudanés políticas "efectivas, transparentes y sostenibles" que permitan el retorno voluntario de los 2,6 millones de desplazados internos provocados por el conflicto.
En su último informe, ambos organismos subrayan que pese a que el alto el fuego alcanzado en junio de 2016 entre el Gobierno y varios de los grupos armados se ha respetado en buena media, la violencia contra los desplazados internos sigue siendo generalizada y persiste la impunidad contra las violaciones de los Derechos Humanos.
Así las cosas, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha instado al Ejecutivo de Omar Hasán al Bashir a que aborde "las cuestiones fundamentales que están impidiendo el retorno de los desplazados, como la violencia continuada, incluso por parte de las milicias armadas, que plantea miedos continuados y justificables por su seguridad y la falta de servicios básicos que les deja dependiendo de la ayuda".
El informe recoge la situación de los desplazados internos en esta región del oeste de Sudán entre enero de 2014 y diciembre de 2016, un periodo marcado por la campaña militar del Gobierno conocida como "verano decisivo" y que provocó el desplazamiento masivo de la población civil.
Tras la entrada en vigor del alto el fuego en junio de 2016, en los diez primeros meses de 2017 se ha producido un menor número de desplazamientos en relación con el conflicto que en el mismo periodo en años anteriores.
Según el informe, la inadecuada presencia y en algunos casos la completa ausencia de las fuerzas del orden y judiciales en los lugares donde viven los desplazados han llevado a "graves abusos de los Derechos Humanos y violaciones del Derecho Internacional Humanitario".
Asimismo, también ha puesto el acento en las tensiones entre grupos étnico, a menudo por la tierra, que en ocasiones degenera en violencia y provoca más desplazamientos, y ha expresado su preocupación por la vulnerabilidad de los desplazados que se encuentran en campamentos.
En la mayoría de los 66 existentes, la UNAMID ha seguido documentando casos de tiroteos al azar durante la noche, actos de delincuencia y acoso de desplazados y violencia sexual, incluidas violaciones.
Por todo ello, la oficina de Zeid y la UNAMID han instado al Gobierno sudanés a "llevar a cabo un desarme rápido e integral de las milicias armadas para crear un entorno seguro que permita que los desplazados regresen". Igualmente, ha reivindicado la necesidad de consultar a los desplazados para garantizar que su retorno y reinserción cumplen todos sus derechos.
"El cese de las hostilidades ha ofrecido la oportunidad de centrarnos en la situación de los desplazados, que es tan crucial para alcanzar la paz", ha sostenido el representante especial conjunto de la UNAMID, Jeremiah Mamabolo. "Insto al Gobierno de Sudán a aplicar los elementos clave del Documento de Doha para la Paz en Darfur y renuevo mi llamamiento a todas las partes a que se impliquen plenamente en los esfuerzos para lograr una paz duradera en Darfur", ha añadido en un comunicado.