Convención en Corea del Norte
REUTERS / KCNA KCNA
Actualizado: jueves, 14 diciembre 2017 16:01


SEÚL, 14 Dic. (Reuters/EP) -

El relator especial de la ONU para los Derechos Humanos en Corea del Norte, Tomás Ojea Quintana, ha confirmado que investiga una denuncia de Pyongyang sobre el supuesto rapto de una docena de trabajadores de un restaurante del régimen norcoreano en China, para determinar si fueron llevados contra su voluntad a Corea del Sur.

Ojea Quintana, que ha realizado una visita de cuatro días a Seúl, ha analizado los detalles de la que sería una de las mayores deserciones de norcoreanos de los últimos años. "He visto testimonios captados por mi equipo que muestran incoherencias sobre lo que podría haber pasado", ha explicado el relator ante los medios.

Pyongyang ha afirmado que los 12 camareros fueron engañados por el responsable del local y ha pedido la vuelta al menos de las mujeres, pero Seúl ha asegurado que estos trabajadores llegaron de forma voluntaria y han sido acogidos por razones humanitarias. Según varias fuentes, algunos de ellos se han inscrito ahora en la universidad, aunque apenas han trascendido detalles sobre este caso.

Ojea Quintana ha apuntado que también han expresado dudas familiares de los supuestos desertores. "Me dijeron que el padre de una de las mujeres falleció recientemente sin reunirse con su hija, lo que se añade a la larga lista de víctimas que siguen pagando el coste de la división", ha lamentado.

La comparecencia del relator fue interrumpida por Kim Ryon Hui, una mujer que proclamó que había sido retenida contra su voluntad en Corea del Sur durante siete años. El relator ha confirmado que se reunió con Kim, pero ha matizado que no tiene ninguna autoridad para comentar cuestiones de Derechos Humanos relativas a este país.

SANCIONES

Ojea Quintana también ha analizado las sanciones internacionales impuestas por la comunidad internacional contra el régimen de Kim Jong Un, como represalia por sus programas nuclear y armamentístico. Ha advertido de que estos castigos deben tener en cuenta el impacto que puede causar para el bienestar económico y los Derechos Humanos de los civiles norcoreanos.

Así, ha pedido que las restricciones de transferencias internacionales no afecten a los programas de Naciones Unidas que proporcionan asistencia humanitaria.

Ojea Quintana, no obstante, ha pedido también a Pyongyang que ofrezca "datos sustantivos" sobre las quejas formuladas contra las sanciones y ha reclamado acceso para los observadores internacionales.

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