Blindado de la MINUSCA
BAZ RATNER/REUTERS
Actualizado: martes, 14 noviembre 2017 10:36

MADRID, 14 (EUROPA PRESS)

Naciones Unidas ha anunciado este lunes el nombramiento de Fernand Marcel Amoussou como director del equipo de investigación sobre los ataques contra civiles entre mayo y agosto en los alrededores de bases de la Misión Unidimensional Integrada de Naciones Unidas para la Estabilización en República Centroafricana (MINUSCA) en el sureste del país.

El organismo internacional ha detallado que realizará una pesquisa en torno a los incidentes entre el 1 de mayo y el 31 de agosto cerca de las instalaciones de la misión en Haute-Kotto, Basse-Kotto, Mbomou y Haut-Mbomou, así como a la respuesta de la MINUSCA.

El Departamento de Operaciones de Pacificación ha recalcado que lanza la investigación "ante el reciente deterioro de la situación de seguridad en el sureste del país y con la intención de mejorar la capacidad de la misión para evitar la violencia y proteger a los civiles ante un peligro inminente".

"La investigación hará recomendaciones para hacer frente a cualquier defecto, en caso de que sean aplicables, y sobre la actuación general de la misión en lo relativo a la protección de los civiles, en el contexto de la renovación del mandato de la MINUSCA", ha agregado.

El jefe de la Misión MINUSCA, Parfait Onanga-Anyanga, advirtió la semana pasada de que la situación humanitaria en el país es "desastrosa", abogando por un proceso político inclusivo y pidiendo un aumento del despliegue de 'cascos azules' en el país.

En una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Onanga-Anyanga afirmó que la situación de seguridad en el país africano "continúa siendo inestable", afirmando que la propuesta del secretario general del organismo, António Guterres, de aumentar el despliegue es parte de "una estrategia amplia para hacer frente al deterioro de la situación".

"Buscaremos mejorar la protección de los civiles con un énfasis más firme en la alerta temprana y la prevención, y haremos más esfuerzos para garantizar el acceso humanitario a las poblaciones que lo necesitan", subrayó.

Así, detalló que los combates intercomunitarios han desplazado a cerca de 600.000 personas y han forzado a más de medio millón a buscar refugio fuera del país. "Muchos más han desaparecido, en el olvido y el silencio, sin entierro. Su destino y la volatilidad de la situación de seguridad ensombrecen aún más un ambiente humanitario desastroso", dijo, describiendo RCA como "el país más peligroso para la acción humanitaria".

POSIBLE AUMENTO DEL NÚMERO DE TROPAS

La recomendación de incrementar el número de tropas incluye 300 miembros para el refuerzo del Ejército en el centro y el este del país, así como otros 600 como parte de la reserva en estas regiones, según el último informe de Guterres.

El objetivo declarado de este aumento del despliegue es crear las condiciones para un proceso político que minimice los beneficios que pudieran obtener los grupos armados, así como crear condiciones favorables para el despliegue de la Administración.

El representante permanente de Italia ante la ONU y presidente del Consejo de Seguridad durante el mes de noviembre, Sebastiano Cardi, manifestó que "hay un consenso bastante amplio" en torno a las propuestas de Guterres.

En este sentido, apuntó que los países miembro no sólo están discutiendo el número de tropas, sino que quieren "asegurarse de que estas tropas pueden desempeñar su función con éxito". "Tenemos que asegurarnos de que las tropas tienen capacidad para llevar a cabo las operaciones", resaltó. Está previsto que el Consejo de Seguridad de la ONU se pronuncie antes del 15 de noviembre, cuando expira el mandato de la MINUSCA.

EL CONFLICTO

RCA lleva sumida en un conflicto desde 2013, cuando los antiguos rebeldes de Séléka, principalmente musulmanes, se hicieron con el poder y depusieron al entonces presidente Francois Bozizé, provocando la aparición de milicias 'antibalaka' de mayoría cristiana que actuaron en represalia.

Alrededor de una de cada dos personas en República Centroafricana, lo que supone una cifra de 2,2 millones, necesitan ayuda humanitaria, según aseguró en septiembre la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Además, más de 600.000 personas se encuentran desplazadas y otro medio millón han buscado refugio en los países vecinos.

El recrudecimiento de la violencia en los últimos meses también afecta a las organizaciones humanitarias. Según los últimos datos de la ONU, ha habido unos 200 ataques contra ONG en los que han muerto doce trabajadores en 2017.

Por otra parte, de los 497,3 millones de dólares solicitados para cubrir las necesidades humanitarias este año, se han recibido hasta la fecha solo el 37 por ciento, es decir, 181,4 millones, según muestra el Servicio de Seguimiento Financiero de la ONU (FTS).

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